Crítica Gastronómica

El restaurante recomendado: una joyita escondida en Potrerillos

Alicia Sisteró almorzó en Aires de Fuego. En esta nota te cuenta sobre la excelente propuesta, además del gran paisaje en el que está inmerso el restaurante. Especial para una salidita a la montaña.

Alicia Sisteró
Alicia Sisteró viernes, 11 de diciembre de 2020 · 07:30 hs
El restaurante recomendado: una joyita escondida en Potrerillos
Foto: Alicia Sisteró

¿Llega el viernes y te preguntás a dónde salir a comer el finde?

Te recomiendo que hagas tres cosas: la primera, leé la Agenda Gastronómica de Food Lovers que publicamos los jueves, siempre alguna novedad te vas a encontrar. Segundo, los viernes buscá mis críticas a restaurantes, como esta, en las que cuento lo bueno y lo malo de los lugares que visito. Es una buena referencia para que elijas. Y tercero, buscá en Guía Mendoza Gourmet, en donde también podés buscar entre cientos de opciones, y además reservar online en muchos de esos espacios.

Bien, ahora quiero contarte cómo nos fue en Aires de Fuego, en la segunda visita que hacemos. Este restaurante pequeño, cálido, precioso, está camino a El Salto, Potrerillos. Y aunque no lo creas, abrió ya casi hace dos años. No me digas que cuando pensás en salir el finde a comer no te imaginás la montaña como paisaje ideal… La escapadita ya vale la pena. Fácil de llegar. Estacionás en la puerta. Y te sumergís en este delicioso lugar con una vista que embelesa.

El espacio es rústico, pareciera un quincho, pero está muy bien ambientado. Y hay mesas en el exterior con unos parasoles.

Al reservar, suelen enviarte el menú digital por whatsapp, y ya podés ir viendo qué vas a pedir. La propuesta es simple, como a mi me gusta. Entrada, principal y postre a un precio único ($1.600*). Las bebidas aparte (hay una carta de vinos escueta pero con una excelente selección a precios moderados). Se puede elegir entre varias opciones para principal y postre. La entrada es una sola o se podría decir que varias en una. Si sos vegetariano o celíaco, avisá y te preparan platos acordes a tu preferencia.

Para empezar, trajeron un pan caserito, y una mayonesita para untar, con un toque ahumado. Un vicio. peligroso. Te llenás la panza.No lo hagas (haz lo que yo digo pero no lo que yo hago). Como sea, nos arreglamos igualmente para terminar cada plato.

La entrada se trató de una “tabla” (en realidad una piedra laja) con una empanada, mortadela a la chapa con una delicada ensaladita rusa, y unas tostadas de focaccia con escabeche de pollo y de berenjenas ahumadas.

Como principal ofrecen cinco opciones: canelones al horno de barro (ya lo había probado antes) trucha al hierro (también, la vez anterior, y estuvo tremendamente rica) , pollo relleno… Pero esta vez elegimos el lomo a las brasas, y una bondiola de cerdo rellena.

El lomo lo trajeron cocido, como lo pidió Soraya, una de mis grandes amigas que me acopañó en esta ocasión. Yo lo hubiera pedido jugoso, claro. De todos modos me encantó. Acompañó un rosti de papas y un alioli ahumado.

La bondiola de cerdo, rellena con hierbas y queso, con unas verduritas asadas y hummus con merkén (ese condimento, medio picantito y ahumado, que se ha puesto tan de moda). Tierna, intensa, para comer hasta el final sin parar.

 

Para el postre, pedimos panqueque con dulce de leche y garrapiñada. Venía con un poco de crema.

Y un “chocolatoso” con algarroba y helado de pistacho. Nada que objetar, ambos exquisitos y bien servidos.

Pagamos el servicio de descorche, porque nosotros llevamos el vino ($300*)

En total la cuenta con los dos menús completos, el descorche, y aguas, fue de $3.700*- Y dejamos el 10% de propina además, muy bien merecida por cierto.

 

Pulgar para arriba

  • El servicio, impecable. Amable, atento, más que correcto.
  • La presentación de los platos
  • Las raciones generosas
  • Todos los platos están hechos a las brasas, o al horno de barro. Los fuegos a full.
  • Los baños limpios, nuevos y lindos.
  • Los manteles de jean. Y la vajilla.
  • Hay almohadones y mantitas por si querés recostarte un ratito en el césped post almuerzo.
  • Servicio de descorche como corresponde. Nos trajeron frapera para poner el vino a temperatura, y copas de cristal.
  • Propuesta simple pero variada en los platos, para todos los gustos (o para la mayoría)

Lo que más nos gustó

  • El lugar, el paisaje, la ambientación.
  • Los sabores. Comida rica y con producto de calidad. Difícilmente imagino a alguien disconforme con esta propuesta.

Pulgar para abajo

  • Realmente complicado encontrar algo que no nos gustara. Lamento decepcionarlos… Quizás el cierre tipo “media sombra” verde, que han colocado para separar el restaurante de la piscina del hotel Carmelo, contrasta con la belleza de la vegetación. ¿Tal vez dentro de poco hayan plantas y enredaderas en reemplazo? Ojalá
  • No hay lugar cerrado con aire acondicionado si el día tiene altas temperaturas.

No nos queda mucho por agregar, salvo que es cien por ciento recomendable. Si llegás a ir, y encontraste algo que no te gusta o te va mal, espero que me cuentes para sorprenderme. Escribime también si te fue bien, para asegurarme de que no me equivoqué. ¡Disfrutá!

Aires de Fuego

  • Chef: Nacho Molina  (no estaba presente ese día)
  • Días y horarios: sábados, domingos y feriados de 12 a 17 hs
  • Reservas:+54 9 261 614 8839
  • Más info en este link en Guía Mendoza Gourmet
  • Costo menú: $1.600* (bebidas y café aparte). Al reservar te piden un pago por transferencia para señar.
  • Menú infantil: $600 (milanesa, con papas, panqueque de postre, y gaseosa)

*Precios noviembre 2020

Los restaurantes, bares y demás negocios gastronómicos no pagan por aparecer en esta sección de Food Lovers. Esta CRÍTICA GASTRONÓMICA fue realizada por la periodista Alicia Sisteró, editora de Food Lovers, quien asistió al local sin presentarse como periodista, y pagó la cuenta.

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