Un nuevo bar en la ciudad
La fachada impacta, puro arte y color. Entrás y hay diseño,
se nota. Calidez, colores vivos y una barra lindísima. Las paredes y puertas
simulan estar en ruinas, pero todo muy estudiado dan como resultado un ambiente
agradable y festivo. Buena música, y
personal sonriente, siempre (al menos en las tres oportunidades que fui).
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¿Cuál es la cocina que más me gusta? (sí, a mí, totalmente
subjetiva). La que se sirve en pequeñas porciones y se comparte, que
habitualmente le decimos tapeo. Es un ritual, es una fiesta.
La casera. La sabrosa. La de productos de calidad. Y la que
tiene una vueltita de rosca, es decir, que alguien la pensó para que vos
justamente encontraras esos pedacitos crocantes en el medio, o esa acidez
mezclada con picante sobre una tostada, o simplemente la comieras y combinaras como quieras. La cocina para
disfrutar. Dinámica, divertida, artesanal y creativa. Cocina de producto, de autor,
argentina... un mix muy tentador, que te deja algo más que solamente comer rico. Aprendés, si querés.
Si sos de los míos y te gusta más o menos lo que a mí, quizás también te guste lo que vas a encontrar en Zampa. Eso sí, no vale ir solo. La idea es invitar a tu pareja, o a tu grupo de amigos, o a tu familia completa, para que puedan pedir varios platitos y compartir.
Cuando veas la carta, puede que te tienten casi todas las propuestas y quizás no te decidas fácilmente. Bueno, cuando son varios los comensales, se reparten platos y terminan pidiendo un gran surtido. Nada más divertido que todos terminen probando todo.
Qué podés comer Tallarín de yema y jugo de carne. La yema blandita, para sopar par si querés.
Una tendencia que se viene dando hace ya un tiempo en todo
el mundo, es comer con las manos. Hasta en los restaurantes más top te obligan
a comer con la mano te guste o no. En este bar, te dejan que vos elijas. Hay un
tarro en la mesa con tenedores, cuchillos, cucharas, cucharitas y palitos de
sushi. Vos elegís si los usás o no. Y la carta además te guía, porque los
platos están agrupados en "para comer con las manos", "para comer con tenedor",
"para comer con cuchara" y "para comer con cuchillo". Aunque al final, hacés lo
que vos querés. Empanada mendocina de carne.
Las raciones son pequeñas, para almorzar o cenar y quedar
feliz, deberías pedir dos o tres platitos. En cambio si estás de paso y te
tomás un trago en la barra, con una opción alcanza. Tamal de cerdo con salsa llajwa (de tomates frescos y ají).
Esto de tapear... ¡me en-can-ta!
Figacita de trucha.
Podés comer una croqueta de rabo y chips, una salchicha
casera de conejo, repollo y pickles, un hueso de caracú al horno con tostadas,
queso brie con dulce de membrillos (y no es el postre), zapallitos rellenos de
hongos, ensalada de arroz basmati, caponatta con huevo a la plancha, o un
churrasquito de pollo, mostaza y berro. Por supuesto en la cocina de Pablo del
Río no podía faltar el chivo, y está en un sándwich para el deleite. Ensalada de arroz basmati, olivas y vegetales. Le faltó power para mi gusto, y le agregué una salsa de ají amarillo. Anduvo perfecto.
Muchas de
los platos son para celíacos y/o vegetarianos (e incluso veganos). Están
señalados en la carta. Y todos vienen con varios frasquitos de salsas para que vos
elijas la que más te gusta: una lactonesa, una de ají amarillo levemente
picante, y un kétchup casero. Hueso de caracú al horno con tostadas, y una ensalada de perejil y cebolla.
De todos modos, si te entusiasmó alguno de estas atractivas
propuestas, no te prometo que la semana que viene estén disponibles, ya que la carta
es dinámica y los platos van rotando de vez en cuando. Queso brie y un dulce o mermelada de membrillos (consistencia intermedia). Muuuuy rico. Y si te gustó la mermelada, ahí mismo podés comprar un frasco.
¿Para beber?
Una carta de 12 vinos por copa. ¡Lo que necesita Mendoza!
Más restaurantes y bares que ofrezcan variedad y calidad de vinos por copa. Espumosos,
tintos y blancos. Muy accesibles (desde $45 la copa). También hay carta de
vinos a parte. Cocktails, probamos varios, todos muy bien preparados y servidos.
Y habrá cerca de 10 cocktails (algunos clásicos y otros de
autor), cerveza (poquita, y suficiente para mi), jugos naturales (recomiendo el
néctar de durazno y cedrón), y algo de cafetería Nespresso e infusiones.
Lo que más me gustó: los sabores, cada plato pensado. La libertad para jugar con las salsas, para usar las manos, para combinar con diferentes vinos a tu gusto. Y el diseño de los platos, con una presentación divertida. El plato más rico: el sándwich de trucha a la plancha en figacita.
Lo que menos me gustó. Personal amable pero distraído, al que tuve que pedir servilletas, salsas y servilletas otra vez.
Recomiendo especialmente: Hay un cocktail en particular, una reversión del gin tonic: se llama Camarón Bombay. Con gin, cedrón, pomelo y tónica.
Ya sabés. Tapeo, tragos y varias copitas de vino, son la propuesta de este bar en el corazón de la ciudad.
Y la pregunta del millón: ¿qué pasó con Siete Cocinas? Re
abre con nueva fórmula a finales del 2017 en otro lado. Tomates y mermelada de membrillos, para llevar. Productos artesanales de una escuela en Jocolí apadrinada por CO.ME (Cocineros Mendocinos)
· Dirección: Av.
Mitre 794, Mendoza.
· Teléfono: 0261
423-8823. Reservas solo para eventos.
· Días y horarios: martes a
domingo 12 a 16 hs y 19 a 1 hs.
. Precios: para comer bien, te gastás
$400 por persona. Platos en pequeñas porciones de $45 a $140. Cocktails $
85 a $135- Vino por copa desde $45. Jugos $45 / 55. Postres $35 a $65. (Dic.
2016)
. Forma de pago: efectivo y tarjetas
. Opciones para celíacos, vegetarianos, y veganos.
. Playa de
estacionamiento: 2 horas free en playa edificio Presidente, sobre calle
Mitre.
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