Los seis lujosos palacios en Chile con las historias más increíbles para descubrir

Para aquellos que disfrutan de los destinos llenos de historia, cultura y tradiciones, en Chile se puede viajar al pasado a través de sus palacios. Una maravillosa forma de recorrer el destino.

Los principales palacios de Chile fueron construidos entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX. Según cuenta la historia fue en esa época que numerosos empresarios se enriquecieron con la agricultura y minería y decidieron erigir sus lujosas residencias en diversas ciudades del país.

Estos palacetes fueron construidos, en su mayoría, siguiendo el estilo neoclásico, el cual ya había sido tomado por el arquitecto italiano Joaquín Toesca, responsable de la construcción del Palacio de La Moneda y la finalización de la actual Catedral Metropolitana de Santiago. También se pueden ver detalles neoclásicos en el Teatro Municipal, el Edificio del ex Congreso Nacional y la Iglesia de la Vera Cruz.

Pero eso no es todo, también se diseñaron otros palacios más extravgantes inspirados en Egipto, India, China imperial y la Alhambra. Como los palacios arabescos de Francisco Ossa y de la familia Concha Cazotte, o el castillo escocés del señor Urmeneta.

Palacio Pereira

Se construyó en 1872, a pedido del senador Luis Pereira Cotapos y uno de los ejemplos del estilo neoclásico. El diseño estuvo a cargo del arquitecto francés Lucien Ambroise Henault, quien era parte de los contactos del Estado para construir la nueva arquitectura de Chile y responsable de otros edificios como la Casa Central de la Universidad de Chile, el Teatro Municipal, el Portal Fernández Concha y la puesta en valor del Cerro Santa Lucía.

La visita es gratuita y abierta a todo público. Puede recorrerse de lunes a viernes 10 a 18 horas y los sábados 10 a 15 horas.

Palacio Cousiño

Paul Lathoud, arquitecto francés, fue el encargado de construir y decorar el palacio de estilo neoclásico. Erigió tres edificaciones, dos menores que ocupaban los empleados, y una edificación principal de gran volumen, dos pisos y 27 salones, donde se situaba el salón de música, los salones de té, juegos, de baile, de armas y la pinacoteca, más dos comedores.

En el segundo piso se emplazaban los dormitorios y zonas familiares. Producto de un terremoto en el año 2010, el Palacio Pereira debió ser cerrado y restaurado. Así se agregó a la muestra permanente la cava de vinos que se encuentra en el subsuelo, y que funciona como galería de arte para exposiciones temporales.

Los Cousiño eran dueños de las minas de plata en Chañarcillo y de carbón en Lota. La plata les generó una gran fortuna y la posibilidad de hacer obras como el Palacio, el Parque O’Higgins ex Parque Cousiño, Parque de Lota, donde también construyeron un palacio que luego quedó destruido con el terremoto de 1960, y el Parque de la Viña Cousiño Macul.

Este palacio se puede visitar de martes a viernes de 9:30  a 17:00 horas, los sábados 10:00 a 13:00 horas y los domingos permanece cerrado.

Palacio Consistorial

Este palacio se destaca por su hermosa fachada neoclásica, sus arcos de medio punto y el balcón corrido. Este edificio fue utilizado desde la fundación de Santiago como Cabildo y cárcel pública. Entre 1881 y 1883 se realizaron remodelaciones para ser sede de las dependencias municipales.

El actual edificio fue construido entre 1785 y 1790, a cargo de Melchor Jaraquemada. En el frontis se destaca el escudo de armas de la ciudad, regalado por el Rey Carlos V en 1552, como signo de consolidación. En su interior cuenta con dos niveles, en el primer piso un hall central y en el segundo el salón de Honor y las oficinas de las autoridades municipales.

Desde 1895, funciona exclusivamente como sede de la Municipalidad de Santiago. Fue declarado Monumento Nacional en 1976.

Este palacio se puede conocer de lunes a viernes desde las 09:00 a 13:30

Palacios en Viña del Mar

La historia de Viña del Mar se inicia con la llegada de los conquistadores y la división del valle de Peuco en dos grandes haciendas: la "Siete Hermanas", llamada así por las siete colinas que se ubican entre el Cerro Castillo y el Cerro Barón; y "La Viña del Mar", denominada así por los viñedos plantados en los terrenos que ocupa el Palacio Rioja.

Palacio Presidencial Cerro Castillo

Este palacio fue diseñado y construido entre 1929 y 1930 por los arquitectos Luis Browne y Manuel Valenzuela, como la residencia de descanso de los presidentes de Chile.

De la construcción original del Fuerte se mantuvieron los cañones, que hoy adornan los jardines. Se utilizó hormigón armado, teja, madera, ideándose como un exponente del progreso del país. El palacete consta de tres pisos y un subsuelo, en cuya planta inferior están los salones, un comedor y tres terrazas escalonadas en la ladera del cerro, así como la cocina y servicios.

Posteriormente, se incorporó un sauna, un gimnasio, dormitorios del personal, calderas y bodegas. En el segundo nivel se ubican los dormitorios del jefe de Estado y sus visitas, sumando ocho habitaciones en total. El último piso, distribuido en dos torres, alberga la biblioteca, una sala de radio, el despacho personal del presidente de la Republica y un observatorio.

Los recorridos guiados se realizan los días jueves a las 10:00, 11:30, 15:00 y 16:00 hrs.

Museo Palacio Rioja

En la actualidad este palacio es un museo de artes decorativas, dependiente del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Viña del Mar. El gobierno adquirió este inmueble en 1956 de manos de los descendientes de Fernando Rioja, importante empresario e inmigrante español que lo mandó a construir en 1907.

Fue declarado Monumento Histórico Nacional y Edificación de Interés Histórica y/ o Arquitectónica. Esta gran casa se ha transformado en un importante polo cultural de Viña del Mar con actividades gratuitas y abiertas a toda la comunidad como también a los turistas que lo visitan a diario.

Palacio Vergara

El Museo Palacio Vergara es un inmueble patrimonial que perteneció a la familia fundadora de la ciudad, ubicado al interior del Parque Quinta Vergara, en el centro de Viña del Mar.

El estilo del palacio es predominantemente neogótico veneciano, lo que se refleja en los arcos y balaustradas de la fachada y en los salones interiores decorados en ricas molduras de yeso y cubiertos con brocatos dorados y tapices bordados con oro y seda.

La Municipalidad de Viña del Mar adquirió el parque, palacio y parte de su mobiliario y su valiosa pinacoteca en 1941 y hoy es sede de uno de los principales museos del país con la exhibición de exposiciones temporales y permanentes, talleres y visitas guiadas, a lo que se suma una atractiva programación de eventos.