Las mejores joyas de la reina Victoria Eugenia que fueron subastadas

Victoria Eugenia de Battenberg fue reina consorte de España desde su matrimonio con el rey Alfonso XIII y durante 24 años acompañó a su esposo en el trono. Su gran cantidad de joyas fue la envidia de todo Europa y si bien algunas fueron heredadas a sus siguientes generaciones, otras se subastaron a distintos compradores.

Desde que se casó formó parte de la Casa de Borbón, pero la reina Victoria Eugenia nació en Reino Unido siendo la hija de Beatriz de Reino Unido y nieta de la reina Victoria de Reino Unido. Fue en 1905 cuando conoció a Alfonso XIII durante un evento en el actual hotel du Palais de Francia que organizó su tío Eduardo VII.

El monarca español la cortejó pese a la desaprobación de su madre, quien consideraba que Victoria Eugenia tenía un rango inferior para convertirse en reina consorte. Alfonso XIII no le hizo caso a su madre y contrajo matrimonio con la británica el 31 de mayo de 1906 en la Iglesia de San Jerónimo el Real en Madrid, España.

Fruto de esta relación nacieron varios hijos, entre ellos Juan de Borbón, abuelo del actual monarca Felipe VI. La reina Victoria Eugenia vivió hasta el último día rodeada de los lujos de la monarquía, entre ellos una gran cantidad de joyas que forman parte del cofre real de los Borbón, pero muchas de ellas pasaron a manos privadas.

Reina Victoria Eugenia: las 30 joyas subastadas

El Hotel des Ventes de Ginebra organizó una subasta y entre los objetos se encontraban 30 joyas que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia. Estaban valorados en poco más de $42.000 euros y confirmaron que el total recaudado fue de $150.000 euros por el gran interés de los coleccionistas en piezas de la realeza.

La joya más cara de todas fue el broche de condecoración de la Orden Imperial de San Alejandro Nevski, en oro y esmalte rojo, un honor que otorgó el Imperio Ruso entre 1725 y 1917. Se subastó por más de $65.000 euros y estuvo en manos de la monarca española hasta que falleció en 1969 en Suiza.

También se encontraba entre la colección la Corona Preciosa, una medalla que recibió la reina Victoria Eugenia del Imperio del Japón y solo se entregaban a mujeres de la realeza, pero no trascendió el precio. Por $9.000 euros, un coleccionista se llevó la condecoración de la Gran Cruz de la Orden de Isabel y otro se quedó un abanico por $4.000 euros.
 

Quienes compraron las joyas pidieron que no se revelen sus nombres. Cabe recordar que poco tiempo antes de esta subasta, ya se había vendido en Ginebra un brazalete Cartier de la monarca a un exorbitante precio de más de $2 millones de euros, lo cual generó un gran asombroso.

¿Te imaginabas la colección millonaria de joyas de la reina Victoria Eugenia?