El cóctel suave con alcohol más consumido por la realeza europea

Los cócteles tienen un lugar destacado en la serie de la que todos hablan sobre la realeza europea. Y es que The Crown en Netflix reaviva, en realidad, la curiosidad siempre viva, acerca de cómo viven las personas que conforman la monarquía y cuáles son sus costumbres.

En la cuarta temporada de esta ficción se descubre el velo acerca de una costumbre en particular que implica bebidas alcohólicas y es por eso que todo el mundo está hablando del tema.

La escena que devela una polémica costumbre es una manera en la que la monarquía se divierte: un juego. Éste se llama “Ibble Dibble“ y consiste en decir un trabalenguas: si pierdes, bebes un trago más.

Además, por cada error cometido el participante debe marcar su cara con un corcho quemado ¡Espectacular! ¿Imaginan a la reina Isabel II o al Príncipe Carlos con el rostro negro?

Pero veamos qué es lo que bebe la realeza europea a la hora de las bebidas alcohólicas.

Los cócteles predilectos de la Corte

Entre los cócteles favoritos de la Corona está la tradición del whisky escocés, del cual el Príncipe Carlos es fanático, y la tradición de las maltas artesanales con el mismo origen para producir cerveza. La favorita del Príncipe británico y heredero al trono es la cerveza amber intensa o la variedad scotch. 

No obstante, a la hora de los cóctel prefiere, al igual que su madre la alteza real, el licor de brandy. Ambos son fanáticos de esta bebida. Veamos de qué se trata. 

Mientras Lady Di solía disfrazarse para salir de Palacio e ir a beber bellini con sus amigos, entre los que se contaba a Freddy Mercury y Cleo Rocos (una actriz brasileña), las tradiciones en la corte eran muy diferentes. 

Este cóctel de champagne y jugo con pulpa fresca de durazno típico de Italia era una bebida que se tomaba en fiestas alejadas del protocolo y las costumbres más refinadas puertas adentro de la monarquía. 

El licor de brandy de cereza, en cambio, con menos graduación alcohólica y su cualidad digestiva es más aceptado por la monarquía. 

Aunque dos o tres copas ya no cumplirían la función digestiva, tanto el Príncipe Carlos, Camilla como Isabel II suelen recurrir a este cóctel suave como postre. Lo toman bien frío y a veces lo combinan con champagne para darle un toque burbujeante y particular. Perfumado, fresco e ideal para beber luego de una comida abundante.

¿Conocías este cóctel suave que la realeza europea adora? ¿Y el cóctel italiano favorito de Lady Di para escapar del protocolo? ¡No dejes de probarlos!