El pueblo histórico y pintoresco que se detuvo en el tiempo en el Norte argentino

En cada región de Argentina se esconde un pueblo de calles tranquilas y de gente cálida. Al Norte del país, custodiado por las llamas y la imponente puna, se encuentra el más histórico pueblito, probablemente el menos conocido por los viajeros.

Todo aquel visitante que llega hasta La Quiaca no debe dejar de conocer a 16 kilómetros de allí esta aldea enclavada a 3500 metros de altura en la Puna jujeña. Hablamos de Yavi, un pueblo que parece detenido en el tiempo, con calles calmas y anchas, construcciones de adobe y techos de caña que construyen una maravillosa postal.

Este lugar del Norte fue centro administrativo de una encomienda y del Marquesado del Valle de Tojo, el único marquesado que se creó en territorio del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Por ello, en 1975 Yavi fue declarado "Lugar Histórico". 

¿Qué conocer en una visita a Yavi?

En Yavi aún se puede visitar la que supo ser la casa del gobernador, en este pintoresco poblado vivió y gobernó hasta la Guerra de la Independencia la familia española de Obando Campero y Herrera. La mansión contaba con un patio colonial de 120 metros cuadrados rodeado por 20 habitaciones destinadas a la familia, a los aborígenes sirvientes y a los huéspedes que pasaban la noche allí antes de seguir su camino hacia el Alto Perú.

Además, esta "Casona" (como la llaman los lugareños) supo alojar a ilustres personajes argentinos, como Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Juan Manuel de Pueyrredón. Actualmente en su interior se encuentran una biblioteca y un museo. En este último uno puede saber que el último Marqués de Yavi se sumó a la causa de la Independencia y por ello la localidad fue escenario de numerosos avances y retiradas de los ejércitos patriotas y realistas durante los combates por la Liberación Nacional.

A pocos metros de esta famosa casa se encuentra la que para muchos es la joya de Yavi. Construida durante el siglo XVII y restaurada por los diferentes monarcas con el correr de los años, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y San Francisco es uno de los imperdibles de este pueblo del Norte argentino. 

Otra atracción es el río que lleva el mismo nombre del pueblo. A la orilla la sombra de los árboles que siguen el curso del agua es un perfecto espacio para relajarse y sentir el sonido de la naturaleza. En la caminata, guiados por algún vecino del lugar, se puede llegar hasta el sitio donde se encuentra un pequeño yacimiento de petroglifos y pinturas rupestres. Un extra que vale la pena vivir.

Para aquellos amantes de la naturaleza, Yavi ofrece dos excursiones. Por un lado, una caminata corta de 4 kilómetros a lo largo del río hasta Yavi Chico, junto a la frontera con Bolivia. Por el otro, una excursión de avistamiento de aves en el altiplano, en el área de los ríos de Casti-Yavi y de Yavi Chico, considerado área de importancia para la conservación de aves.

La mejor época para visitar Yavi es para Carnaval o Semana Santa, en ambas fecha todo el pueblo celebra con bailes típicos y tradiciones que permitirán conocer la esencia del lugar.

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