Adiós excusas: Las estrategias para ser constantes en el ejercicio
Pueden existir varios impedimentos o mismo falta de motivación para entrenar. Te detallamos algunos tips claves para convertir al ejercicio en un hábito.
En la búsqueda de una vida plena y satisfactoria, uno de los pilares fundamentales es adoptar un estilo de vida saludable y activo. Uno de los ejes centrales que engloba esta variedad de hábitos enfocados en la salud, es la actividad física, algo que debe convertirse en una rutina para obtener resultados.
“La actividad física es importante a cualquier edad porque estimula el funcionamiento normal de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo, así como previene diversas enfermedades que pudieran producirse por poca movilidad o una inmovilidad total”, precisó el doctor Hugo Becerra, especialista en rehabilitación y terapia física.
Continuando sobre los beneficios de ejercitarse regularmente, el médico detalló otras ventajas: "Reduce el riesgo de desarrollar afecciones cardíacas, al igual que otros padecimientos, como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, las enfermedades articulares, además de mejorar la salud respiratoria".
Sin embargo, incorporar la actividad física en nuestra rutina diaria puede ser un desafío constante, pues a menudo nos encontramos con barreras que dificultan la creación de este hábito. Una de las principales razones es la falta de tiempo.
En un mundo que cada vez nos obliga más a llevar un ritmo frenético entre el trabajo, la familia y otras responsabilidades, la actividad física no se posiciona como una prioridad, ya que el cansancio físico y mental que uno puede experimentar por el estrés y las obligaciones cotidianas puede hacer que sea complicado encontrar la energía necesaria.
Una de las estrategias que puede ayudar a la falta de motivación y mantener un estilo de vida activo a largo plazo, es el integrar el ejercicio en lo cotidiano. Esto puede incluir caminar o andar en bicicleta en lugar de conducir, subir escaleras en vez de tomar el ascensor o realizar pausas activas durante el trabajo.
“Contar con el apoyo de amigos, familiares o compañeros de ejercicio también puede ser clave para mantener la motivación y la constancia. Asimismo, es crucial tener en cuenta que, si se inicia el ejercicio, siempre debe realizarse un calentamiento y estiramiento para prevenir lesiones”, detalla Becerra.
Es clave tener en cuenta tres aspectos al realizar ejercicio: la intensidad, la duración y la frecuencia. La actividad debe iniciar con un ritmo bajo e ir avanzando de forma progresiva, además es necesario que siempre evaluemos cómo nos sentimos con dicha actividad.
Por último, es fundamental que todas las personas se planteen objetivos a corto, mediano y largo plazo, los cuales sean específicos, medibles, alcanzables, realistas y que se puedan realizar en un tiempo determinado.
También podemos acompañar la actividad física con algunas técnicas psicológicas específicas muy empleadas en el ámbito deportivo, como las técnicas de respiración, de relajación y de visualización, que les permite a las personas poder ubicarse en ese contexto, al igual que, mejorar la actividad deseada.