Final trágico

La dura historia de vida de Margaux Hemingway, la nieta del escritor: del éxito a su suicidio a los 42 años

Margaux, la nieta del escritor Ernest Hemingway, y su dura historia de vida que la llevó del éxito como supermodelo al suicidio cuando cumplió sus 42 años.

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MDZ Entretenimiento domingo, 3 de diciembre de 2023 · 16:09 hs
La dura historia de vida de Margaux Hemingway, la nieta del escritor: del éxito a su suicidio a los 42 años
Margaux, nieta del escritor Ernest Hemingway, y su dura historia de vida que la llevó del éxito al suicidio a sus 42 años Foto: Douglas Kirkland.

La farándula ha tenido grandes protagonistas a lo largo de los años, y aquellos que son atravesados por la tragedia son los que, en algún punto, más recuerda el imaginario colectivo. Es por eso que la dura historia de vida de Margaux Hemingway, la nieta del escritor Ernest, tiene tanto atractivo, ya que fue del éxito a su suicidio para cuando cumplió los 42 años.

Nació bajo el nombre de Margot Louise el 16 de febrero de 1954 en Portland, Oregon, pero al poco tiempo se fueron a una granja que su familia tenía en Ketchum, un pueblo pequeño de Idaho con 2.500 habitantes. Hermana menor de Joan, pero mayor que Mariel, todas hijas de Jack Hemingway y Byra Louise Whittlesey.

Según le contaron sus padres, su nombre fue en honor al vino Château Margaux que ellos bebieron la noche en que la concibieron, es así que, cuando tuvo que elegir un nombre artístico, optó por usar el de la bebida, ya que la pronunciación era coincidente. Sin embargo, el alcohol era algo maldito en su familia, algo que también le afectó en su infancia.

Su niñez transcurrió entre California y Cuba, ya que su abuelo Ernest tenía una casa en el país insular. Según contó su hermana Mariel, todo el mundo en esa casa ya estaba pasado de copas después de las seis de la tarde, y las niñas crecieron en ese entorno que permitió que asimilen algo de rebeldía en su comportamiento.

Margaux tenía siete años cuando se encontró muerto a su abuelo escritor en aquella casa, y fue algo que la acompañó de por vida, tanto que también incurrió en los mismos vicios de adulta. “Durante un tiempo viví la vida de Ernest Hemingway. Creo que el alcohol llevó a mi abuelo al suicidio, pero yo aun estoy viva porque hice algo al respecto”, le contó a People en 1988.

Su vida cambió a sus 19 años, cuando conoció a Erroll Weston, un empresario de cuchara de plata que quedó totalmente flechado por su belleza, pero que ese flechazo fue mutuo. Él fue quien la presentó con el jet set y la había convertido en modelo, pero también era quien le decía qué hacer y cómo vestir. “Comenzó a considerarse mi ‘svengali’”, también le dijo a People.

Su inseguridad la llevó a incurrir al alcohol y a las drogas para mantenerse calmada por rodearse con gente que consideraba mucho más importante que ella, pero tuvo que sacrificar no solo su matrimonio sino su desempeño, ya que además de modelo pasó a ser una actriz solicitada. Y fue más pronunciado cuando Mariel también incursionó en la actuación y se llevó la atención que su hermana estaba perdiendo.

Desde allí se descontroló con los excesos, un nuevo divorcio, una fractura y su recuperación en solitario, una depresión acompañada de bulimia y anorexia, y la confesión de todos los puntos oscuros de su vida, como los celos a su hermana y el abuso por parte de su padre, llevaron a que su espíritu se quiebre. Fue así que, en su amado apartamento de Santa Mónica, Margaux incurrió en una sobredosis de fenobarbital adquirida sin receta que se la llevó de este mundo en 1996, a sus 42 años, suicidándose al igual que su bisabuelo Clarence, sus tíos Úrsula y Leicester, y que su abuelo Ernest Hemingway.

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