La película que Keanu Reeves nunca quiso filmar y por qué lo hizo
Keanu Reeves terminó aceptando grabar una película que nunca quiso, quedando envuelto en una promesa y problemas legales.
Keanu Reeves es uno de los actores más reconocidos de Hollywood. Adquirió una enorme popularidad a través de filmes como John Wick, Matrix, Constantine, entre otros. Sin embargo, para llegar a este punto, también pasó por una selección de películas muy malas, aunque hay una en particular que se arrepiente de haber grabado.
Conocido por tener una enorme simpatía, carisma y obviamente mucho talento, Keanu Reeves tiene dentro de su filmografía una película que nunca quiso hacer. ¿Cómo es eso? Sí, terminó filmándola contra su voluntad porque temió ser demandado, luego de que un amigo lo traicione.
El actor confesó en una entrevista que nunca le pareció interesante el proyecto, pero dicho amigo decidió falsificar su firma en el contrato y al no tener pruebas para demostrar que él no lo hizo, no le quedó otra más que actuar.
“El escenario nunca me pareció interesante, pero uno de los amigos había falsificado mi firma en el contrato. No pude probar que él lo hizo y no quería que me demandaran, así que tuve que hacer la película”, confesó Keanu Reeves.
Sus malos presentimientos se hicieron realidad: la película fue muy pobre, recaudando 47 millones de dólares de taquilla (con presupuesto cercano a los 35 millones). Se consideró como un fracaso y una de las peores producciones en las que ha participado.
¿De qué película hablamos? De El observador, filme que se estrenó en 2000 y que contó con un reparto actoral en el cual se destacaba la presencia de Marisa Tomei. ¿Lo particular? La película se rodó al poco tiempo del boom que el intérprete había logrado con Matrix, uno de sus trabajos íconos.
Keanu Reeves confesó haber aceptado hacer una breve aparición en la película como un favor a Joe Charbanic, amigo suyo por aquel entonces y con el objetivo de conseguir la financiación necesaria para sacarla adelante. Ese favor le costó caro.
Resulta que la presencia de actor llevó a que se consiguieran reunir los 30 millones de presupuesto, pero con la promesa de que su participación iba a ser mucho mayor a la inicialmente prevista. El equipo legal del intérprete le aseguró que podía meterse en un problema si rompía el acuerdo verbal que había dado, por lo que no le quedó otra que aceptar.