¿De qué signo son los políticos argentinos?

Desde siempre, la danza del cosmos y los líderes han tenido un vínculo especial. Y cuando algo sale mal en los gobiernos, se afirma que es justamente un “des-astreâ€�; es decir, un mal que trajeron los astros. Lo contrario a tener "buena estrella" Â¿De qué signo son los grandes líderes contemporáneos de la Argentina? ¿Cómo los influye esa pertenencia?

En esta primera entrega, un recorrido atento por el horóscopo de algunas de las figuras más importantes del país.

• El fuego une a dos arianos: Alberto Fernández (2 de abril) y Rodolfo Suarez (20 de abril)

El Presidente de la Nación nació bajo el halo del primer signo del zodiaco, que está representado por un carnero, es decir, por el macho de la oveja. Según la tradición, quienes pertenecen a este grupo son personas de temperamento fuerte. De hecho, Aries es uno de los tres signos de fuego, junto con Leo y Sagitario.

El Gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, también es ariano, aunque nació en el último día de ese signo, casi al límite con Tauro. En cualquier caso, también él busca una lógica propia, atendiendo a la opinión del gobernador anterior pero mirando –como hace el fuego- hacia el futuro, a lo que viene, a lo que precisa calor.

Esta presencia de las llamas  -en el caso de los arianos, suele hablarse de una “chispaâ€�- implica mucha energía, y también los riesgos que corren las personas impulsivas. Quien haya leído los tuits del presidente bien lo sabe: es un tipo mesurado cuando quiere, pero cada tanto deja salir su natural carácter enérgico, llegando, a veces, al borde de la confrontación.

Esa doble faz ovina y fogosa, entre la ternura y el carácter fuerte, marca el ritmo de los arianos.

• Dos especies en el Acuario: Cristina Fernández de Kirchner (19 de febrero) y Mauricio Macri (8 de febrero)

A pesar de su nombre, Acuario es un signo de aire. Se reconoce a estas personas por su naturaleza rebelde respecto a las tradiciones. En este caso, CFK es representativa, entre otras cosas, por haber sido la primera mujer presidenta; en tanto que Mauricio Macri también fue pionero en muchos aspectos: fue, por ejemplo, el primer mandatario argentino egresado de una universidad privada. 

Otra de las características que se reconoce en los acuarianos es el impulso hacia a las novedades. Buscan el cambio, a veces con un ímpetu que puede perjudicar a los demás.

Pero su gran poder está en la capacidad que tienen para “hacer amistad� con quienes les interesan. Acuario pertenece a la onceava casa del zodiaco, que está fuertemente marcada por la energía de grupo y la unión en las diferencias. Con sus respectivos modos, Macri y Cristina han sabido aglutinar, en sus momentos de mayor poder, una mitad de la Argentina cada uno.

Los acuarianos, desde su carácter aéreo, suelen ver las cosas con perspectiva, como quien observa desde arriba. Eso los convierte en sorprendentes estrategas.

• Nadando contra la corriente: el pisciano Alfredo Cornejo (20 de marzo)

Piscis suele representarse con dos peces nadando en sentido contrario. Algunos dicen que es porque sus nativos tienen cierto carácter cambiante, y otros afirman que se trata de un símbolo de su identidad luchadora.

Los piscianos son gente emotiva, lo cual abre un doble camino. Por un lado, el de la sensibilidad; y por otro, el de los antagonismos. En cualquier caso, buscan la trascendencia: los acuarianos –y bien lo saben quienes han tratado a Cornejo- nunca se conforman con ser segundos de nadie, aunque tampoco van a reclamar protagonismo personal de manera explícita.

Dicen que los piscianos se cuentan entre la gente más compleja del zodiaco. Hay quien asocia a los peces con el arte, la creatividad, el cuidado de los demás. En ese sentido, si logran sintonizar con la Política como un arte, pueden tener resultados excepcionales, siempre que vigilen de cerca a ese océano vertiginoso, con profundas corrientes internas, que suele circular por su interior.

• Un centauro con fe: el Papa Francisco (17 de diciembre, Sagitario)

Sagitario  es, como Aries, un signo de fuego. Se lo ilustra con la figura de un centauro, un ser mitológico a medias humano y a medias fantástico.

Son personas impulsivas y alegres, fruto de la fe que se tienen. Y no se trata de una fe abstracta, sino de una confianza que impregna también lo cotidiano. Así lo ha escrito, de hecho, el propio Bergoglio: “hagamos más bien de la fe nuestra vida. Intentemos practicarla a través del servicio a los hermanos, especialmente de los más necesitados. Entonces muchas dudas desaparecen�.

Como buenos centauros, son exploradores y viajeros. Incluso algunos ubican a Sagitario como “elâ€� signo del entusiasmo. Esa aseveración cobra mayor sentido si se tiene en cuenta de dónde viene esa palabra: el origen del vocablo es griego y combina la preposición “enâ€� (adentro) y el sustantivo “theósâ€� (dios). Sentir entusiasmo significa, etimológicamente, “tener a Dios adentroâ€�.