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Son 3.700 millones de razones: cómo Chile hace convivir la cereza y el cobre

El corazón de la producción de cerezas, con cuatro de los cinco grandes exportadores, convive con la potencia minera de la Región de O’Higgins en Chile.

Chile se transformó en el tercer productor mundial de cerezas en menos de 20 años.

Chile se transformó en el tercer productor mundial de cerezas en menos de 20 años.

Publicada por La Tercera.

El desarrollo de los complejos productivos en Chile establece una realidad distante del debate que caracteriza a provincias como Mendoza, donde la minería es un tema en constante discusión. Al otro lado de la cordillera, la Región de O’Higgins demuestra la capacidad de hacer convivir dos sectores exportadores de alcance global: la minería del cobre y la producción intensiva de cerezas.

Aquí, el dato mata el relato. Lejos de problemas o "fantasmas" sobre la coexistencia, los dos complejos se desarrollan y crecen de manera armónica.

El dominio de la cereza y la ubicación estratégica

La producción de cobre convive con la agricultura de exportación. La cereza chilena lidera las exportaciones agrícolas del país. Chile se transformó en el tercer productor mundial de cerezas en menos de 20 años. Este ascenso se consolidó tras la firma del protocolo fitosanitario con China en 2007, que abrió el comercio y disparó los envíos a las 20 mil toneladas anuales entre 2010 y 2020.

La cereza encabeza la canasta exportadora frutícola chilena. Al cierre de la última temporada (2024-2025), este producto reportó 625 mil toneladas exportadas, equivalentes a US$3.700 millones, un 43% del valor total de la fruta fresca.

Esta producción se concentra en la zona central, donde las regiones de Maule y O’Higgins agrupan el 83% de la superficie cultivada. La posición dominante de O’Higgins se refuerza con la presencia de cuatro de los cinco principales exportadores del vecino país operando desde esta área: Garces Fruit, Dole Chile, Verfrut y Frusan.

Las cerezas chilenas, sin ningún problema por desarrollarse en un entorno minero, son un producto codiciado. Aprovechando la red de tratados de libre comercio, Chile copa los mercados mundiales, con una posición dominante en el mercado chino, que es el destino clave para esta fruta.

O'Higgins: una región con liderazgo exportador

La Región de O'Higgins no es solo el epicentro de la cereza, sino que también es una zona minera por excelencia. Alberga a El Teniente, la mina subterránea más grande del mundo, perteneciente a la estatal Codelco. En 2024, esta operación ocupó el lugar 11 mundial de producción con 356.000 toneladas de cobre fino.

Esta mina se ubica justo frente al Valle de Uco en Mendoza, una zona vitivinícola esencial. El Valle de Uco mendocino encuentra un paralelismo productivo en el Valle de San Fernando chileno (O'Higgins), que no solo produce cerezas y otros cultivos, sino que es una zona vitivinícola por excelencia y de nivel mundial.

Al ponerse frente al espejo, ambos territorios poseen el mismo potencial para la agricultura (incluyendo vitivinicultura) y la minería. Sin embargo, las decisiones estratégicas de desarrollo fueron distintas. Del lado mendocino se optó por demonizar la industria minera, mientras que del lado chileno fueron más pragmáticos y apuntaron a un desarrollo conjunto de todos sus potenciales económicos.

El caso de O’Higgins no es una anomalía, sino el reflejo de una política económica enfocada en maximizar el potencial territorial sin renunciar a sus ventajas comparativas históricas. La coexistencia exitosa de una mina de cobre de clase mundial y la principal zona de exportación de cerezas a China ofrece una lección de pragmatismo económico: la diversificación productiva, cuando se maneja con visión de desarrollo y no con prohibiciones ideológicas, multiplica el valor total de un país en el comercio global.