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¿Para qué usarán Milei y Caputo los dólares de Trump?

Javier Milei y su ministro Luis Caputo juegan su carta más fuerte: un swap con Estados Unidos. Esto no solo tiene como objetivo asegurar los próximos vencimientos de deuda y tranquilizar a los mercados, sino también mostrar un espaldarazo político de cara a las elecciones.

Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, viajarán a Estados Unidos este lunes.

Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, viajarán a Estados Unidos este lunes.

Juan Mateo Aberastain /MDZ

Javier Milei y Luis Caputo, preparan, a todo o nada, su contraofensiva. Esa que debería llevar la nave del oficialismo a un buen resultado electoral para el 26 de octubre. O, al menos, lograr un empate técnico en las elecciones legislativas de ese domingo.

El Presidente y su ministro cerrarán en las próximas 72 horas el nuevo “swap” con los Estados Unidos, y buscarán el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la etapa del programa económico que viene hacia delante. La que puede comenzar antes o después del 26 del mes que viene, lo que dependerá de lo que ocurra con el gran árbitro de estos tiempos: el mercado cambiario y financiero.

La idea primaria es confirma lo antes posible la habilitación de una línea financiera proporcionada por la administración Donald Trump, que le permita a Caputo y al secretario de Finanzas Pablo Quirno mostrarle al mercado de deuda local que está disponible el dinero para los próximos dos vencimientos importantes de deuda soberana.

¿Qué hará el Gobierno con los dólares que le dé Donald Trump?

Con ese dinero que aporte Trump y su gobierno, Argentina podrá pagar los dos vencimientos más importantes del 2026, los U$S 4.500 millones de enero, y otros 4.000 de julio, cumplimientos correspondientes a la liquidación de los cupones de los bonares y globales de la deuda reestructurada en 2020 durante el gobierno de Alberto Fernández con Martín Guzman como ministro de economía. El dinero para liquidar esos pagos estaría disponible desde fines de octubre, con lo que, al menos una parte no menor de las dudas de los operadores financieros estaría saldada.

Habrá que ver si el monto del acuerdo es aún superior a ese dinero, y sirve para despejar también las dudas del resto de los pagos en divisas del 2026; las que sumando los compromisos con organismos financieros internacionales (incluyendo el FMI) y vencimientos de bonos con soberanía local y el comienzo del pago de las cuotas prorrogadas desde 2024 con el swap con China (que podría renegociarse), superan los U$S 5.000 millones. La estrategia de Caputo y Quirno, avalada por Milei, es que mostrando que hay acuerdo financiero con Estados Unidos y explicando que el dinero se hará efectivo en el momento del pago de los vencimientos de enero y julio; una parte de las grandes dudas de los mercados (especialmente de los fondos de inversión tenedores de deuda) se despejen.

Dicho de otra manera, que durante el 2026 al menos, Argentina no caerá en default. Con esta confirmación, una de las variables que más está afectando a la gestión económica y financiera de estos tiempos debería comenzar a ceder: el riesgo país tendría que caer nuevamente por debajo de los 1.000 puntos básicos.

En definitiva, se trata de una medición que analiza las posibilidades de pago de la deuda soberana, sin reparar la manera en que esa liquidación se ejecute. Y gran parte de la suba del nivel de riesgo país se debió a que los mercados especulan que sin posibilidades reales de acumular deuda por parte del Banco Central y con las opciones de obtención de algún tipo de línea de deuda en los mercados financieros internacionales voluntarios, el pago de los bonares y globales del 2026 ingresó en una cápsula de dudas imposible de enfrentar para la Argentina; país que llegó el viernes a la humillante realidad de tener una calificación de deuda peor que la de la quebrada Bolivia y de Ucrania, país en guerra. La posibilidad de mostrarle a quien quiera ver que el dinero de los pagos más importantes del 2026 está garantizados, debería servir no sólo para bajar el riesgo país, sino también para poder concentrar esfuerzos en la adopción de una nueva estrategia de contención del tipo de cambio; pero esperando para la ejecución de estas modificaciones inalienables para después del 26 de octubre.

El Gobierno muestra su comodidad con el nuevo esquema de swap. Lo importante de este tipo de acuerdos en los instrumental, es que a diferencia del Facilidades Extendidas firmado con el FMI el 11 de abril pasado, los dólares que ponga a disposición el tesoro norteamericano, se pueden utilizar sin mayores problemas ni explicaciones. Sólo se necesita el pedido de activación a los Estados Unidos, lo que, se supone, se avalaría sin mayores restricciones.

Sobre el monto final del acuerdo, hay muchas especulaciones. Se habla de hasta 30.000 millones de dólares de habilitación, lo que no quiere decir que puedan ser liquidados inmediatamente; sino que requieren una autorización previa por parte del país que lo otorgue. Por ejemplo, Estados Unidos a través del tesoro norteamericano deberá anunciar que el dinero estará disponible en tiempo y forma para el cumplimiento de los compromisos de enero y julio. Y cada vez que existe una obligación similar, deberá activarse el mismo mecanismo de autorización.

Todo se terminará de negociar mañana en la reunión bilateral que mantendrá Javier Milei con el presidente norteamericano, Donald Trump, en el marco de la reunión anual de la ONU en Nueva York, apuntala la idea de un apoyo de Washington. Y recordemos que la administración republicana considera a la Argentina su principal aliado en la región. No hay duda del apoyo político que Milei le dará incondicionalmente a Donald Trump. La duda que queda en realidad es el contenido comercial que incluirá el swap a la norteamericana, y si habrá alguna condición especial para limitar la muy estrecha relación comercial que la Argentina mantiene con China.