Falta de dólares, la madre del borrego de la economía argentina
La tensión en los mercados financieros es señal de una situación de fondo casi endémica en el país. Cómo juega la estrategia cambiaria oficial.

El ministro de Economía, Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, están secando la plaza para que salgan los dólares del colchón, pero hasta nadie los puso en circulación.
Foto: Ministerio de EconomíaDesde el pasado 13 de junio el Banco Central de República (BCRA) mantiene una posición de reservas internacionales brutas en torno a los 40.000 millones de dólares, pese a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) viene insistiendo en la necesidad de que el Gobierno implemente una política de acumulación de reservas.
Los meses "dulces" de la liquidación de la cosecha gruesa, esto es entre fines de marzo y fines de junio ya pasaron sin que la autoridad monetaria logre capturar para las reservas los más de 19.521 millones de dólares que el complejo agroindustrial cerealero-oleaginoso liquidó entre enero y julio, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
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A favor del Gobierno habrá que decir hoy los precios internacionales de los principales cultivos (soja, maíz, trigo) están bajos en términos históricos, al punto que sólo por comparar, en los primeros siete meses de 2022 - la última campaña "normal" previa a la sequía- la misma informó que la liquidación de divisas alcanzó los 22.309 millones de dólares, un 14% más que este año.
Cepo abierto
Pese a ello, algunos analistas consideran que, tras la apertura parcial del cepo cambiario en abril pasado, y descartada una disparada del tipo de cambio, que el Gobierno definió entre bandas que van de $1000 a $1400 pesos, cotas actualizas cada mes, el Banco Central debía intervenir en el mercado hacerse de dólares y fortalecer las reservas.
Incluso algunos economistas cuestionan la apertura del cepo habilitando a individuos a comprar dólares en el mercado formal, algo que sumado al atraso del tipo de cambio en un contexto de dólar más o menos quieto e inflación persistente en la zona del 1,5-2%, lo que hizo fue alimentar las importaciones y el gasto en turismo emisivo, esto es viajes de argentinos al exterior, que ven más conveniente que los precios en el país.
En busca de dólares
Ahora en medio de la campaña electoral la típica dolarización de carteras impactó de lleno en un mercado en el que claramente faltan dólares y en el que el Banco Central no quiere intervenir dejando que "encuentro su equilibrio al nivel que sea" pero en el que, además, no tiene poder de fuego para operar en el mercado.
Algo de intervención vino haciendo en contratos de dólar futuro, pero ya se quedó sin municiones. A lo que está apelando ahora el Gobierno es a subir la tasa de interés de manera muy fuerte - encima del 60% anual- para evitar que los tenedores de títulos que vencen cada dos semanas corran al dólar.
Devaluación en goteo
Pero eso es un palo en la rueda de la actividad económica, justo en momentos en que el Gobierno entra en el tramo final de la campaña de las elecciones legislativas.
La experiencia argentina indica, que más allá de los escándalos políticos que sacuden a la opinión pública en los últimos días, la realidad indica que la estabilidad se logra con poder de fuego en las mesas de dinero.
La mini corrida cambiaria que está atravesando el país en las últimas semanas puso nerviosos a muchos operadores. Con algo de razón, dado que desde el 11 de abril cuando el Gobierno decidió abrir el cepo cambiario el tipo de cambio oficial pasó de $1097 a los actuales $1360 una depreciación del 24%, que en parte fue a los precios alimentando la inflación.
Como dicen los financistas avezados "la única manera de parar una corrida cambiaria es poniendo billetes verdes sobre la mesa, todos los que el mercado te pida". El problema es que la caja tiene pocos dólares.