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Crisis por las reservas: por qué Argentina podría copiar el mecanismo chileno

El Gobierno sabe que debe mostrarle al mercado que es capaz de recomponer las reservas internacionales del BCRA para despejar dudas, como ya se lo dijo el FMI.

Las reservas brutas del Banco Central se acercan a los 43.000 millones de dólares pero las reservas netas y, por tanto, disponibles se encuentran en el límite, por lo que desde el FMI le piden al Gobierno que acumule más dólares.

Las reservas brutas del Banco Central se acercan a los 43.000 millones de dólares pero las reservas netas y, por tanto, disponibles se encuentran en el límite, por lo que desde el FMI le piden al Gobierno que acumule más dólares.

Foto: Juan Mateo Aberastain Zubimendi/MDZ

La manera en la que el Banco Central (BCRA) viene acumulando reservas internacionales no satisface ni al mercado ni al Fondo Monetario Internacional (FMI) que, si bien hizo la vista gorda en la última revisión de metas del programa vigente, e incluso, las flexibilizó, no dejó de hacer hincapié en esta debilidad del plan económico del gobierno de Milei.

Por eso, al parecer, entre otras iniciativas, el equipo económico de Luis “Toto” Caputo estaría monitoreando lo que están haciendo sus colegas del otro lado de la Cordillera.

Reservas a la chilena

Ocurre que días atrás, el Banco Central de Chile (BCCh) anunció que volverá a comprar reservas internacionales con un programa gradual de acumulación. ¿De qué se trata el programa?

A partir de la semana pasada, empezará a realizar compras diarias -antes de la apertura de los mercados- de hasta US$25 millones, por los próximos tres años, con una meta total de US$18.500 millones. El programa contempla compras diarias por hasta US$3.125 millones por semestre y así el BCCh espera acumular alrededor de US$18.500 millones durante los tres años de vigencia del mismo.

Pero cada seis meses se revisará el programa, sin perjuicio de que podrá ajustarse si se observan cambios relevantes en las condiciones de mercado. En cuanto al impacto monetario del programa, ya que el BCCh emite pesos para comprar las reservas, se llevarán a cabo colocaciones de los llamados Pagarés Descontables del BCCh para evitar efectos sobre la liquidez del sistema financiero.

En busca de liquidez

El objetivo del programa es cambiar la composición de las fuentes de liquidez internacional del Banco, aumentando la proporción de reservas propias, reemplazando gradualmente parte de las líneas de crédito vigentes en moneda extranjera por reservas internacionales propias.

El BCCh aclaró que no se trata de una intervención cambiaria, ya que no busca alterar las dinámicas de este mercado, por eso ha privilegiado la gradualidad, de modo que el diseño de la operación contempla compras diarias que representan no más del 2% de los montos transados diariamente en el mercado local.

Cabe recordar que en junio de 2023 el BCCh había iniciado un programa de reposición y ampliación de reservas internacionales por un total de US$10.000 millones, por un año y compras de US$40 millones diarios, para fortalecer la posición de liquidez internacional del país, pero este programa fue suspendido a comienzos de octubre de 2023, debido a que las condiciones financieras globales se deterioraron abruptamente ante un escenario de mayor incertidumbre global.

Dólar futuro

Sólo alcanzó a acumular reservas internacionales por US$3.680 millones entre el 13 de junio y el 26 de octubre de 2023. También habían anunciado la reducción gradual de la posición vendedora de futuros de dólar, reduciéndola en el mismo período a US$6.434 millones.

Ambos programas recuperaron capacidades por US$10.114 millones, equivalentes al 53% del total de los montos presupuestados inicialmente y al 66% de los recursos utilizados durante la intervención cambiaria de 2022.

Según datos del BCCh la posición de liquidez del BCCh, es decir, la liquidez total en moneda extranjera a la que podría acceder asciende a US$68.000 millones, equivalente al 20% del PIB, y de ese total, las reservas internacionales ascendían a US$46.400 millones, equivalentes a 13,7% del PIB.

"La diferencia se explica por el acceso a facilidades de liquidez complementarias de carácter precautorio”, explica el Banco. A modo de simple comparación, Argentina si bien tiene poco más de US$42.700 millones de reservas brutas internacionales, lo que representa aproximadamente un 6% del PIB, las reservas netas (o propias) siguen siendo exiguas bajo cualquier metodología de cálculo.

Revisión del FMI

El FMI, en el último del Artículo IV sobre Chile, les había recomendado a las autoridades monetarias trasandinas aumentar las reservas internacionales como una medida clave para enfrentar shocks externos. Según el organismo, si bien el tipo de cambio flexible actúa como amortiguador, contar con mayor liquidez externa fortalece la resiliencia macroeconómica del país.

También destacó que la acumulación de reservas no solo contribuiría a fortalecer la estabilidad macroeconómica, pero además serviría como un mecanismo de protección frente a fluctuaciones en los precios de las materias primas (“commodities”), especialmente el cobre y el litio, que representan una parte significativa de los ingresos fiscales del país.

¿Qué pasó en Chile para lanzar esta medida?: el fisco chileno tiene una menor capacidad de reacción ante eventos externos dado que el Fondo de Estabilización Económica y Social (FESS) acumula apenas US$3.844,9 millones a junio pasado frente a los US$14.134 millones que tenía en 2019; y las reservas del BCCh suman US$46.398 millones lo que equivale a 6,7 meses de cobertura de importaciones, un nivel considerado adecuado pero que puede reforzarse ante un entorno internacional más volátil.

¿Cómo reaccionó el mercado trasandino a los pocos días del programa?: había un clima propicio para comprar ya que el tipo de cambio mostró estabilidad relativa desde un máximo de $1.017 en enero, bajó a $916 y ahora bordea los $965 por dólar.

Días atrás, el tipo de cambio subió $11 hasta llegar a los $977,88 influenciado por la medida del BCCh. Pero, además, el mercado considera que las ventas semanales de US$300 millones comprometidas por el fisco hasta septiembre, ayudarán a mantener la liquidez en el mercado cambiario.

Por otro lado, el precio del cobre sigue elevado, sobre todo, tras el anuncio de los aranceles de importación de EE.UU., lo que mejora los ingresos externos del país y hace más factible que el BCCh compre dólares sin generar distorsiones en el mercado cambiario.

Cabe recordar que algo similar ya implementó Caputo durante su anterior gestión en el gobierno de Cambiemos mediante licitaciones diarias, por lo cual no sería nada extraño verlo lanzar algún programa similar de acumulación de reservas. Veremos.