En 25 años la cantidad de empresas se "estancó" en Argentina y Mendoza no escapa a la lógica
Un reciente informe del CEM puso el foco en la competitividad de la provincia y el desarrollo económico y planteó necesidades de la economía mendocina.
La cantidad de empresas en Argentina y Mendoza se ha estancado en las últimas décadas.
Noticias ArgentinasEn poco más de 25 años, la cantidad de empresas en la provincia de Mendoza y el país se “estancó”, dando cuenta de la falta de competitividad y las dificultades de desarrollo que ha experimentado la economía mendocina. Entre 1996 y 2023, el número de empresas privadas registradas en Argentina pasó de 442.084 a 623.470. El crecimiento, del 41%, fue prácticamente igual al aumento de la población, lo que derivó en un estancamiento prolongado de la densidad empresarial.
Los números corresponden al último informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM), donde la competitividad volvió a quedar en el centro de la escena. El debate se centra en el desarrollo económico de Mendoza y del país tomando como clave el indicador de densidad empresarial, entendida como la cantidad de empresas cada 1.000 habitantes, que permite medir el dinamismo y la vitalidad de una economía.
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De acuerdo al análisis del CEM, el concepto de densidad empresarial adquiere un valor especial porque permite evaluar de manera concreta la capacidad de un territorio para emprender, innovar, generar empleo formal y diversificar su matriz productiva. La evidencia internacional muestra que “un territorio con mayor densidad empresarial suele ser un territorio más competitivo”, con mejores niveles de bienestar para su población.
Estancamiento empresarial nacional
Como lo señalaron desde el organismo mendocino, a nivel nacional, con esas 623.470 empresas en Argentina para 2023, la densidad empresarial se mantuvo en torno a 13 empresas cada 1.000 habitantes, sin avances significativos desde fines de los 90. Este comportamiento refleja “la dificultad del país para ampliar su base productiva y crear empleo privado formal en un contexto de alta inestabilidad macroeconómica”.
En el trabajo del CEM se señaló que esta dinámica está directamente relacionada con el llamado “costo argentino”. Emprender en el país se transformó en “una verdadera odisea” debido a la falta de reglas claras, el déficit fiscal crónico, la inflación elevada, la presión tributaria y una “maraña de más de 150 impuestos y tasas” que recaen sobre el sector productivo. Esto, de acuerdo al informe, “encarece producir, limita la inversión y reduce la competitividad estructural de la economía”.
La estructura empresarial argentina también muestra fuertes concentraciones. El 76% de las empresas se localizó en la Región Pampeana y tres de cada cuatro firmas pertenecen al sector terciario, principalmente comercio y servicios. En contraste, las regiones del NEA y NOA exhibieron las densidades más bajas, con menos de ocho empresas cada 1.000 habitantes, mientras que la Patagonia lidera con 14,1 y la Pampeana con 15,5. Cuyo, en cambio, alcanza 11,2 empresas cada 1.000 habitantes, por debajo del promedio nacional de 13,4.
Qué pasa con las empresas en Mendoza
En un contexto regional, Mendoza ocupó un lugar intermedio. Según el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial, la provincia cuenta con unas 25.000 empresas privadas registradas, equivalentes al 4% del total nacional. Su densidad es de aproximadamente 12 empresas cada 1.000 habitantes, “un valor levemente inferior al promedio del país”.
En el ranking nacional, Mendoza se ubicó décima entre 24 jurisdicciones y cuarta entre las provincias más pobladas, detrás de CABA, Córdoba y Santa Fe, pero por delante de Buenos Aires. También, la provincia contó con 133 empleos privados formales cada 1.000 habitantes, por debajo del promedio nacional (148), aunque por encima del promedio del interior sin CABA.
Conforme a lo expresado por el CEM, esta combinación muestra una provincia con una base productiva diversificada, pero con dificultades para expandir su entramado empresarial y generar más empleo formal.
Un atraso internacional
La comparación con el resto de la región y el mundo amplía aún más la brecha. Según datos citados del Banco Mundial, Argentina registró apenas 0,2 nuevas empresas por cada 1.000 personas en edad laboral, frente a 10,8 en Chile y 24,3 en Estonia.
Según la Fundación Observatorio PyME (2018–2024), en términos de densidad, la Unión Europea alcanzó cerca de 70 empresas cada 1.000 habitantes, Brasil alrededor de 22, y países como México, Chile y Uruguay se ubicaron entre 35 y 45. “Esta distancia revela limitaciones persistentes en materia de estabilidad macroeconómica, productividad y clima de negocios”, advirtieron desde el CEM.
El análisis histórico refuerza la relación entre ciclos económicos y dinámica empresarial. Entre 1996 y 2023, el PBI argentino mostró un desempeño “en serrucho”, con casi la misma cantidad de años de crecimiento que de contracción. En los períodos de expansión, la creación de empresas se aceleró; en las fases recesivas, se destruyeron firmas y cayó la densidad empresarial. La pandemia profundizó esta tendencia y, aunque hubo un rebote posterior, en 2023 la densidad volvió a ubicarse en torno a 13,4 empresas cada 1.000 habitantes, un 14% menos que el pico alcanzado en 2011.
Cómo recuperar el sector empresario
Frente a este escenario, el CEM planteó la necesidad de una agenda de reformas estructurales. “Es clave avanzar en las reformas que reduzcan el ‘costo argentino’ y fortalezcan la competitividad de la economía nacional y provincial”, sostuvieron en el documento.
El sector privado, agregaron, “debe ocupar un lugar central en la estrategia de desarrollo” como generador de inversión, empleo y riqueza. El informe cierra con una definición contundente: “Más y mejores empresas significan más empleo formal, productividad, innovación y bienestar”.



