El salto del dólar en Chile abarata el costo de los $1.000 CLP para los argentinos
El precio de la moneda estadounidense en Chile registró su mayor salto desde principios de abril.
El mercado cambiario entregó una señal favorable para el turismo de compras argentino en Chile en este fin de semana extra largo. Mientras el dólar "blue" en Argentina se sitúa en los $1.430, en Chile la divisa estadounidense experimentó este viernes su mayor salto diario desde abril, superando la barrera de los $940.
Este desacople financiero genera un efecto inmediato en el bolsillo del viajero: por cada dólar físico vendido al otro lado de la cordillera, el argentino recibe hoy una mayor cantidad de pesos chilenos, abaratando efectivamente el costo de bienes y servicios.
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Mayor rendimiento por dólar
La divisa estadounidense finalizó las operaciones en el mercado local chileno con un incremento de $13,8, cerrando en puntas de $941 vendedor, lo que representa el movimiento alcista más brusco desde el pasado 4 de abril.
Para el consumidor argentino que cruza la frontera con billete verde este movimiento técnico implica una mejora directa en su poder de compra. Si a mediados de mes -previo a las elecciones presidenciales en el vecino país- las casas de cambio pagaban en torno a $926 pesos chilenos por unidad, hoy esa conversión entrega $15 pesos chilenos adicionales por cada dólar cambiado.
Comparativa: el costo de los 1.000 chilenos baja
La matemática financiera confirma la tendencia. Al analizar el costo técnico de adquirir 1.000 pesos chilenos (CLP) -la unidad de medida estándar para el turismo- se observa una caída real en el precio para los argentinos.
Durante la previa de las elecciones chilenas del 16 de noviembre, la fortaleza momentánea del peso chileno (impulsada entonces por el cobre) elevaba el costo de los 1.000 CLP a $1.548 pesos argentinos. Hoy, gracias al salto del tipo de cambio en Chile y el precio en Argentina, ese mismo billete de 1.000 chilenos tiene un costo de reposición cercano a los $1.515 pesos argentinos.
En términos concretos, la "tormenta perfecta" de un dólar global fuerte y un peso chileno debilitado termina beneficiando al turista, quien ve maximizado el rendimiento de sus divisas justo en la antesala de la temporada estival.

