De país importador a potencia energética: cómo Argentina puede sumar hasta U$S30.000 millones en cinco años
Un informe económico proyecta que Argentina podría transformar su balanza comercial gracias al salto exportador del sector energético, impulsado por Vaca Muerta.
Argentina tiene la oportunidad de cambiar su historia y convertirse en una potencia energética en menos de una década. Foto: Noticias Argentinas
ArchivoArgentina se encuentra ante una oportunidad histórica: dejar atrás su perfil de país importador de energía y transformarse en una potencia exportadora capaz de aportar hasta USD 30.000 millones en cinco años. Así lo indican proyecciones del sector y análisis fiscales que apuntan a una nueva etapa económica sostenida por el superávit fiscal y comercial, dos condiciones que el país necesitará por varios años —o incluso décadas— para estabilizar su macroeconomía.
El primer componente, el superávit fiscal primario, ya se alcanzó y deberá mantenerse. El segundo, una balanza comercial positiva y robusta, podría consolidarse a partir de 2025 y crecer con fuerza desde 2026 gracias al salto en las exportaciones energéticas impulsadas por Vaca Muerta. Si se concretan las estimaciones, el sector energía podría superar incluso al agro como principal generador de divisas.
Según proyecciones privadas, la balanza comercial energética podría alcanzar un superávit de USD 20.000 millones, con un fuerte impulso ya desde el primer trimestre del próximo año. Esto dependerá también del comportamiento de las importaciones, aunque la tendencia actual es favorable.
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Un octubre que anticipa el futuro energético
Un análisis de Nadin Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), aporta señales concretas de este cambio estructural. En octubre, la balanza comercial registró un resultado positivo de USD 708 millones, de los cuales el 89% provino del sector energético. A nivel anual, el rubro suma ya un aporte adicional de USD 1.745 millones respecto de 2024.
Entre los principales resultados del informe se destacan:
- La balanza energética fue positiva en USD 708 millones en octubre, con exportaciones por USD 913 millones e importaciones por USD 205 millones.
- El efecto precio generó una caída de USD 36 millones en octubre y una reducción de USD 431 millones en lo que va del año.
- El efecto cantidades, en cambio, fue decisivo: aportó un saldo positivo de USD 134 millones en octubre y de USD 2.176 millones en lo que va de 2025.
- La combinación de ambos factores arrojó un efecto neto positivo de USD 1.745 millones.
- Por la menor energía importada —tanto en precio como en cantidad— se ahorraron USD 722 millones.
- En exportaciones, el efecto precio restó USD 1.010 millones, pero el aumento en cantidades compensó con creces, aportando USD 2.033 millones, lo que dejó un saldo positivo de USD 1.023 millones.
- Sumando menor importación y mayor exportación, se obtiene el incremento total de USD 1.745 millones en lo que va del año.
Una nueva matriz económica basada en energía
El horizonte para Argentina es transformador: si se sostiene el crecimiento en exportaciones de gas y petróleo, el país podría no sólo equilibrar sus cuentas externas, sino también constituirse como un exportador energético clave en la región y el mundo.
Con una balanza fiscal ya acomodada y una balanza comercial que se encamina hacia superávits crecientes, la energía se posiciona como el motor capaz de desbloquear inversión, estabilizar la macroeconomía y generar miles de millones en divisas frescas.
Las próximas definiciones regulatorias, la infraestructura de transporte y la evolución del mercado global serán determinantes. Pero el escenario está planteado: Argentina tiene la oportunidad de cambiar su historia y convertirse en una potencia energética en menos de una década.
