Dólar: cuando la necesidad tiene cara de hereje
A la hora de los bifes nadie está exento de pecar o, digamos, de recurrir a herramientas que en otro momento fueron criticadas, incluso por los que ahora echan mano de ellas.
Lo que está aconteciendo en el mercado de futuros de dólar llamó la atención de operadores y analistas. Es que el volumen negociado en futuros en el mercado “A3”, lo que antes era el “Rofex”, trepó a niveles inesperados en las últimas jornadas.
Por ejemplo, el jueves 8, sin confirmación ni desmentida de presencia oficial en el mercado de futuros de dólar, el volumen negociado alcanzó niveles históricamente altos de más de 3.100 millones de dólares mientras el interés abierto (que es la cantidad de contratos vigentes) creció en casi 270 millones de dólares luego de crecer otros 900 millones en la rueda anterior.
Además, la otra señal llamativa es que el contrato a diciembre continúa registrando un volumen inusualmente alto para un contrato diferido. Fueron, según datos del mercado, casi 520 millones de dólares, incrementando el interés abierto en cerca de 210 millones de dólares (con tasas implícitas inferiores a los BONCAP).
Si bien los contratos futuros largos subieron con el dólar contado cayendo, eso no llama la atención, ya que en la jornada anterior las tasas de interés implícitas estaban por debajo de 20% nominal anual a lo largo de la curva e, incluso luego de haber subido hasta 2%. Por lo tanto, persiste el diferencial entre las tasas implícitas y los rendimientos de las LECAP/BONCAP de plazo comparable.
En este contexto, el dólar contado llegó a operar por debajo de $1.100 antes de cerrar en $1.114, y la brecha con el dólar MEP, que había llegado a ser negativa hace unos días, siguió levemente por debajo de 3%. Hasta aquí los números fríos de las últimas ruedas, pero ¿qué hay detrás?.
En primer lugar, vale explicar que los contratos de futuros de dólar son operaciones financieras y especulativas, que algunos utilizan para cubrir el riesgo cambiario de operaciones de comercio exterior y otros como mera apuesta financiera. Son contratos de compra o de venta, es decir, un inversor compra/vende un contrato pactando un valor de dólar a futuro, esperando que a la fecha de vencimiento el dólar contado sea más alto/más bajo, respectivamente. No hay intercambio de divisas sino una compensación en pesos por la diferencia a favor o en contra.
Dicho esto, veamos qué están mirando los talibanes del mercado de futuros. Ya días atrás se percataron que, al parecer, el Gobierno habría estado interviniendo fuerte en los futuros de dólar con el objetivo de desinflar la presión sobre el dólar contado. Así, los datos del mercado mostraban que el volumen operado en futuros de dólar alcanzó un récord y la única explicación lógica que encontraban era que estaban buscando bajar el precio del dólar.
De acuerdo con estos analistas el volumen negociado en futuros fue récord desde mediados del 2022, en torno a los 4.300 millones de dólares con un incremento del interés abierto de casi 900 millones de dólares. Vale señalar que hasta ahora el máximo desde que asumió el gobierno libertario el máximo aumento en un día era de poco más de 150 millones de dólares.
En esas jornadas, observaron también que solo en el contrato de diciembre el interés abierto había trepado en casi 500 millones de dólares. En ese contexto las tasas de interés implícitas fueron inferiores al 20% nominal en casi toda la curva y el dólar contado retrocedió casi 6% a niveles de $1.125 aproximadamente.
Los amantes de las estadísticas vieron además que, dejando de lado la era Vanoli (2014/15) lo visto en las últimas jornadas podía decirse que hubo la cuarta rueda de mayor aumento de interés abierto en los últimos 10 años.
En este contexto, una de las cosas que más llamó la atención fueron los enormes montos operados de futuros de plazos largos, lo que es muy poco habitual y que refuerza la especulación de los analistas de que hubo presencia oficial, ya que solo en el contrato de diciembre se operaron más de 650 millones versus menos de 10 millones en las jornadas previas.
Hasta ahora, no hubo confirmación oficial sobre la operatoria del Gobierno en el mercado de futuros. Sin embargo, en marzo ya había habido intervención. Según los datos del Banco Central (BCRA) la posición vendida del ente monetario en futuros al 31 de marzo pasado fue de 376 millones de dólares.
Se trata de la primera intervención en futuros desde que Milei es presidente. Como recuerdan los expertos, este dato es previo a la vigencia del nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que se indica que el BCRA no espera intervenir en futuros.
Vale reconocer que por el momento no son volúmenes que inquieten, solo basta recordar las fuertes intervenciones de las administraciones kirchneristas (se estimaron que llegaron a unos 8.000 millones de dólares) que incluso dejaron un problemón a sus sucesores, que hasta implicaron denuncias judiciales, luego desestimadas, pero que tuvieron serios efectos monetarios.
Lo cierto es que cuando el cinturón aprieta hasta el más noble se tienta. Lo importante no es que se usen estas herramientas, sino que no se haga un abuso excesivo. Veremos cómo sigue esta historia.

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