Volar con seguridad: el Gobierno adecua las normas de aviación a estándares internacionales
Ante la necesidad de adecuar las normas locales a las medidas establecidas a nivel mundial, la gestión libertaria decidió modificar el Código Aeronáutico Argentino
En la actualidad, el transporte aéreo en Argentina realizan vuelos bajo normativas de seguridad basadas en una tecnología que tiene más de 20 años. Este es el punto de partida desde donde se empezará a aplicar un proceso de adecuación de las condiciones técnicas de los aviones para cumplir con las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
A fin de dar cumplimiento a esta actualización, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) estableció una serie de modificaciones a las regulaciones vigentes que proponen una alineación a los estándares internacionales. La medida se oficializó este lunes por medio de la publicación de la Resolución 46/2025 en el Boletín Oficial y fija un proceso de adaptación que las empresas deberán cumplir por etapas.
Estas sugerencias de la OACI que promovieron la necesidad de modificar el Código Aeronáutico surgieron después de una auditoría realizada en 2022. En aquel momento, a partir del relevamiento se determinó que Argentina cumple el 60,7% de las prerrogativas; “el promedio de la región es mucho mayor”, remarcaron.
Junto a las especificaciones respecto de los cambios que deben realizarse en las aeronaves y operadores, el ANAC le dio un plazo de 60 días hábiles a las empresas para que presenten un plan de implementación de las reformas. La idea es que el proceso sea progresivo, cuente con un cronograma y establezca medidas para actualizar el sistema y adaptarlo a los nuevos estándares.
Aquellas compañías que no cumplan con la reglamentación podrán ser sancionadas. Entre las medidas disciplinarias de las que serían pasibles, se encuentra la posibilidad de determinar la desafectación de las unidades que no cumplan con la normativa.
Detalles de la reforma
Entre otras disposiciones, la modificación del cuerpo legal fija cambios en los ensayos de validación y demostración en un vuelo para aviones de transporte no regular. La flexibilización propone una reducción de las horas vuelo que se exigen bajo riesgo operativo. La idea es no penalizar a los operadores y fomentar la industria aerocomercial.
También se aprobaron cambios en los requerimientos que deben cumplir los equipamientos prolongados sobre el agua. De esta manera se busca garantizar la seguridad en operaciones internacionales y evitar dispensas que no son necesarias y que pueden provocar desigualdades entre los explotadores a nivel nacional.
Por su parte, se regula también a las operaciones regulares. En este sentido se ajustaron los requisitos sobre la cantidad mínima de tripulantes de cabina. Esta medida pretende sostener un equilibrio entre las necesidades operativas y la seguridad de los pasajeros. Estos cambios también están en línea con los Reglamentos Aeronáuticos Latinoamericanos (LAR), promoviendo una mayor armonización normativa en la región.
Otro punto fundamental dentro del paquete de modificaciones es la implementación de la Lista de Equipo Mínimo (MEL) para los explotadores aéreos. Así, se busca dar las garantías necesarias para que las aeronaves tengan el equipamiento básico para operar con mayores estándares de seguridad.

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