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Vitivinicultura: la cosecha mecánica llegó para quedarse y explicaron sus beneficios

Cada vez mayor cantidad de hectáreas de uvas se cosechan con máquinas por motivos de costos, comodidad y cambio de época. Cuáles son los costos y en cómo cerró la temporada 2024.

Diana Chiani
Diana Chiani viernes, 28 de junio de 2024 · 19:20 hs
Vitivinicultura: la cosecha mecánica llegó para quedarse y explicaron sus beneficios
La cosecha mecánica se impone también en la vitivinicultura, incluso adaptando viñedos antiguos para poder hacerla. Foto: Walter Moreno/Mdz

“La vitivinicultura no tiene otra opción que mecanizarse”, expresó Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi). La entidad brindó un informe de cosecha y rescató la mecanización como una de las salidas clave para la industria.

En este marco, realizó una comparación de costos entre la cosecha mecanizada, la asistida y la manual para cuantificar la conveniencia de la utilización de máquinas. La mecanización no es nueva, pero se afianza en el sector luego de que la tecnología pudiera adaptarse al tipo de producto y cuidado que hay que tener con algunos varietales. Ahora prácticamente se impone no solo para hacer más eficiente la cosecha sino también más amable el trabajo de los cosechadores.

Según datos aportados por Acovi, la cosecha total 2024 alcanzó 19,1 millones de quintales, un 32% más de lo recolectado el año pasado. Mendoza levantó 13,9 millones de quintales, lo cual implicó un aumento del 45% respecto del 2023. En tanto, los costos de cosechar la uva prácticamente se triplicaron en la comparación interanual, un punto clave que incentiva la mecanización en líneas generales. En esta vendimia la cosecha mecánica representó cerca del 23% del total cosechado, en un contexto en el que cada vez más cooperativas y productores chicos se suman a esta tendencia.

Mirá el video de ACOVI sobre cosecha mecánica

La buena noticia es que mientras antes era difícil incorporar las máquinas a los viñedos viejos debido a una cuestión de espacio, en la actualidad se pueden hacer reformas en la mayoría de las plantaciones que utilizan espaldero. La tecnología no es tan fácil de aplicar para los parrales. La utilización de máquinas no solo incrementa la productividad de los viñedos sino también la eficiencia en contextos en que los productores deben maximizar las rentabilidades.

Costos y situación actual

Dentro de la actividad, la cosecha se lleva el 30% de los costos operativos de producción. Además, por las características de la uva y de muchos vinos, es importante que se levante y lleve a bodega en un lapso determinado de tiempo, que varía en función de los varietales y del tipo de uva. Las dificultades con respecto a la mano de obra, así como las inclemencias de trabajar en el campo, muchas veces producen pérdidas innecesarias a los productores que deben vender un producto con determinada calidad.

Cuando antes las máquinas podían romper la uva, ahora son una manera de cuidar todo el producto y el proceso. En la vitivinicultura se puede cosechar de manera manual, asistida o mecánica. La primera es la tradicional que se hace a mano con las personas que cargan el tacho de uva.

La segunda es una mezcla entre las dos y posee varias ventajas mientras que la mecánica es la que se realiza solamente con máquinas. La cosecha asistida en la que el cosechador no debe cargar el tacho ni camina hasta el final de la finca, sino que es casi acompañado por un tractor que lleva un “bin” para dejar la uva. El bin carga 500 kilos y luego lo vuelca en el camión que irá a bodega.

La utilización de máquinas no solo incrementa la productividad de los viñedos sino también la eficiencia en contextos en que los productores deben maximizar las rentabilidades

Esta combinación permite contratar personas de mayor edad o experiencia debido a que el esfuerzo es mayor, así como reducir la necesidad de personal. Además, definitivamente, alivia la tarea de las personas que trabajan en el campo por lo que son más eficientes en su trabajo.

El informe de Acovi señaló que en el caso de la uva tinta común los costos se incrementaron 172% respecto del mismo período del año 2023, mientras que para la uva varietal el incremento ronda el 122% interanual. “La cosecha asistida mejora la productividad hasta en un 60% con relación al método tradicional”, destacó Ruggeri.

Fabián Ruggeri, presidente de ACOVI.

En tanto, al analizar los datos, se observa que el costo de la cosecha mecánica este año ha sido similar al del año pasado que, con el diferencial del aumento de tipo de cambio, tuvo un incremento de 231% interanual para la uva tinta común, y un 202% interanual para la uva varietal, respectivamente.

Así, en función de los precios de mercado, el costo por quintal de la cosecha manual fue de $4.390, el de la asistida de $3.835 y el de la mecánica $4.821. “Más allá de los costos, la cosecha mecánica tiene beneficios intangibles como la baja de costos en ART, en la demora por falta de cosechadores y en que se puede cosechar hasta de noche si uno quiere”, sumó Nicolás Vicchi, gerente General de ACOVI.

Incentivos y facilidades

En la actualidad, una máquina cosechadora cuesta $470.000 euros y su utilización requiere al menos el trabajo de cuatro personas por máquina, todas capacitadas en su funcionamiento. Por este motivo, la asociación ha invertido en la compra de esta maquinaria para prestar el servicio a las cooperativas asociadas. Cuando sus socios no la utilizan, también alquilan la máquina a otros productores chicos -que tienen hasta 8 hectáreas- y que pueden beneficiarse de este servicio.

Las máquinas necesitan 5,5 metros para pasar y lo que se suele hacer para adaptar las fincas viejas es, entre otras obras, tapar acequias o hijuelas así como quitar algún olivo en los extremos que impida el giro. “Casi todo se puede adaptar”, destacó Ruggeri, quien opinó que esta actualización es clave para los productores chicos en líneas generales. En este punto, el sistema cooperativo es un aliado para favorecer la economía de escala, debido a que los pequeños contratistas no podrían acceder a la tecnología por sí mismos.

“En el caso específico de la cosecha asistida es importante que el sector público pueda promover incentivos fiscales como la reducción del aporte en la corresponsabilidad gremial justificado en la disminución de la demanda de mano de obra y beneficios para quienes cosechan”, propusieron desde ACOVI. Desde la entidad también se mencionó la importancia de contar con líneas de financiamiento para la creación y equipamiento de empresas de servicios agrícolas.

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