Utopía o realidad: ¿son rentables las empresas sostenibles?
Sostenibilidad, innovación y el bien común fueron los ejes de la XIX edición del Foro Valos. Con la presencia de referentes del sector privados y público, algunos de los debates que se dieron.
Durante la jornada de este miércoles, la Ciudad de Mendoza recibió el XIX Foro Anual Valos bajo el lema “Innovando la sostenibilidad: Desafíos de la Revolución 4.0”. El evento, ya instalado como un clásico del empresariado mendocino, reunió a referentes del sector público y privado de la provincia con la sostenibilidad de las empresas, la innovación y el bien común como ejes centrales de los discursos, las charlas y los debates.
En la Nave Cultural, además de los anfitriones con Farid Nallim, presidente de Valos, a la cabeza, participaron el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, la vicegobernadora, Hebe Casado, y los intendentes de Ciudad, Ulpiano Suarez, de Luján de Cuyo, Esteban Allasino, y de Guaymallén, Marcos Calvente. Además, estuvieron presentes el ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, y la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, entre otras autoridades.
Uno de los grandes debates de la jornada giró en torno a la rentabilidad económica que puede tener un proyecto que tiene un impacto sostenible para la sociedad. Justamente “Rentabilidad y Sostenibilidad: ¿Utopía o una realidad?” fue el título de la charla que brindó Rafael Kemelmajer, miembro del Directorio de Sistema B Argentina.
Este modelo trabaja en la provincia desde hace más de 10 años y hay casi 20 compañías certificadas, lo que convierte a Mendoza en la región con mayor cantidad de Empresas B per cápita. En diálogo con MDZ, el empresario aseguró que, a diferencia de los negocios tradicionales, que surgen de la oportunidad y lo económico, las empresas de impacto tienen su origen en el dolor.
“Hay gente que le duele tener un hijo enfermo y no poder acompañarlo porque tienen que trabajar, entonces hay empresas que solucionan eso. A otros les duele la crisis climática, a otros ver a mujeres jefas de hogar que no pueden trabajar, en cualquiera de los casos surge una empresa para calmar ese dolor. Pero en ningún caso he dicho de qué se trata el proyecto, porque podría ser de cualquier tipo, porque primero la empresa se dedica a generar integración social. Pongo en el centro el dolor y a partir de esto veo por dónde lo puedo encarar, con qué fuerza en el mercado”, explicó el empresario.
Desde su perspectiva, la rentabilidad en las empresas sostenibles viene de romper con el esquema propuesto por la responsabilidad social empresaria (RSE). “El problema con el modelo de RSE es que todo lo que utilizo para acciones va a gastos, no me genera un retorno de rentabilidad. En las empresas sostenibles, por medio de la responsabilidad fiduciaria, si armo un modelo de negocio, soluciono una problemática, entonces van a invertir. Tengo que hacer acciones y mejorar la rentabilidad para que el inversor invierta más. Lo que hacen las empresas de triple impacto es ampliar el deber financiero”, sostuvo Kemelmajer.
En este sentido, el empresario aseguró que muchas empresas obtienen mejores resultados económicos por ser de impacto. “Son más competitivas, está demostrado. Tenemos una cantidad de casos enormes de empresas que por ser de impacto son más competitivas, que reciben más talento para trabajar, reciben más inversión, tienen más prioridad en compras públicas”, planteó.
Para Farid Nallim, hablar de sostenibilidad en las empresas incluye no solo la pata ambiental, también involucra conceptos como la economía circular. En cuanto a la rentabilidad, el presidente de Valos planteó: “Cuando vos empezás a trabajar de una manera mucho más sostenible, más eficiente, empezás a tener ahorros económicos. Y ahí es donde también hablamos de un margen de ganancia superior. Ahí es a donde apuntamos desde hace muchos años y lo que venimos trabajando y demostrando”.
“Soy un convencido también que el sector privado es el motor de cualquier economía y tiene que hacerlo entendiendo que la sostenibilidad es un changer de mentalidad y que genera en el corto y en el largo plazo un valor agregado que puede ser un diferencial muy importante en su balance”, añadió Nallim.
Mucho más que una moda
Natalio Mema, uno de los funcionarios presentes y quien brindó una reflexión final del panel “Estrategias de sostenibilidad para tiempos de transformación”, aseguró que su mayor preocupación sobre el modelo de empresas sostenibles es “que no sea una moda” y planteó el desafío de “poder comunicar el valor de este tipo de proyectos al ciudadano a pie”.
En su caso habló de su experiencia con el Mendotran y la transformación que encaró la provincia sobre el transporte público, con la implementación de unidades eléctricas, siendo pioneros en Argentina con estos colectivos y unos de los primeros de Sudamérica. “Si el cambio no hubiese sido eficiente, a los 450.000 pasajeros que lo usan no les hubiese importado esa parte sostenible”, sostuvo el funcionario.
Y en este sentido, reconoció que “está costando llevar el mensaje a la sociedad” y aseguró que el empresariado debe pensar cómo hacer para llegar a más mendocinos. “Tenemos que preguntarnos cómo hacemos para hacerlo ver y cómo lo validamos y no queda en el esfuerzo de algunas empresas y el Estado”, aseveró Mema.
Sobre este punto, Rafael Kemelmajer coincidió con el funcionario y planteó: “Hay mensajes para diferentes sectores de la sociedad en diferentes momentos. Alguien que no le alcanza para comer hoy, hablarle lo que estamos haciendo para lograr dentro de cinco años, es hasta casi irrespetuoso”.
Desde su experiencia, el empresario aseguró que lo que intenta es llegar a los líderes para provocar un efecto derrame con un impacto en las decisiones que vayan a tomar. “Si tuve la oportunidad de que me lleguen un montón de cosas, es para ayudar a otros, para que esto circule. Mientras más pongo a disposición, más me va a llegar. Es un tema de energía, así funciona. En principio, mi objetivo no es llegar a la ciudadanía en estas conversaciones. ¿A quién busco ayudar primero? A los líderes. Los líderes van a ayudar a otros líderes”.
Mendoza en búsqueda de un ideal sostenible
Aunque el inconsciente popular puede llevarnos a los países nórdicos y de primer mundo como modelos de sostenibilidad, para Kemelmajer “no son un ideal”, sino que sus políticas, que muchas veces marcan las pautas para el resto del mundo, están basadas en un modelo de destrucción total que ya experimentaron y que no ha sucedido todavía en América Latina.
“Lo vimos en los Juegos Olímpicos, los atletas no podían nadar en el Sena porque estaba contaminado. Acá todavía podemos recorrer algunos kilómetros y llegamos al Río Mendoza donde nos podemos bañar sin problema. Entonces no hemos visto esa destrucción. Ahí es donde nos estamos adelantando. Gran parte de la responsabilidad de lo que estamos viendo hoy, lo tiene el hemisferio norte”, aseguró el empresario.
Por otra parte, Kemelmajer aseguró que la región cuenta con un talento muy valorado en el resto del mundo. “El nivel de innovación social que tenemos en Latinoamérica no existe en el mundo. Y somos fuente de inspiración de esa innovación social. Si bien en el hemisferio norte tienen los fondos para invertir en tecnología, acá tenemos una inteligencia social que de Latinoamérica van saliendo muchas cosas. Y como dice Bernardo Toro, un gran filósofo colombiano, Latinoamérica tiene la posibilidad de darle vida al resto del planeta”, planteó.
En este sentido, destacó el trabajo que están haciendo con Regional Impact Trade Alliance (RITA), una alianza de regiones de comercio de impacto, donde cada región tiene un pionerismo económico y sistémico para arreglar al mundo, donde se busca crear negocios internacionales entre estas regiones.