Momento de definiciones: ¿qué pasará con el dólar, el cepo y el impuesto PAIS?

La gestión económica de Javier Milei enfrentará nuevos desafíos en los próximos meses. Si bien el Gobierno logró estabilizar variables clave como el tipo de cambio y la inflación, deberá resolver cuestiones cruciales como el fin del impuesto PAIS y la estrategia cambiaria para 2025. Las decisiones que se tomen marcarán el rumbo de la política económica en medio de un año electoral.

El exitoso programa de blanqueo, que permitió el ingreso de más de 20.000 millones de dólares en efectivo, transformó el panorama financiero local. Los depósitos privados en dólares alcanzaron niveles históricos cercanos a los 35.000 millones, mientras que las reservas del Banco Central se aproximan a los 30.000 millones. Esta nueva realidad le da aire al equipo económico para planificar los próximos pasos.

La eliminación del impuesto PAIS prevista para fin de año plantea interrogantes sobre el esquema cambiario futuro. El dólar turista, actualmente en 1.600 pesos, necesitará un nuevo marco regulatorio para evitar la pérdida de reservas por gastos en el exterior. Brasil se perfila como un destino atractivo para los argentinos, con un real devaluado que hace más accesibles las vacaciones en el país vecino.

Los analistas financieros prevén un panorama más alentador para 2025. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA, la inflación podría caer al 31% el año próximo, mientras que el riesgo país perforó la barrera de los 850 puntos básicos. La apuesta oficial apunta a mantener la estabilidad cambiaria y profundizar la desaceleración inflacionaria antes de las elecciones legislativas.

El Gobierno también evalúa modificaciones en el esquema del dólar blend, que permite a los exportadores liquidar el 20% a través del contado con liquidación. Esta medida, que le costó al Banco Central unos 15.000 millones de dólares en 2024, podría ser desarmada gradualmente el año próximo, en línea con los pedidos del FMI y considerando la reducción de la brecha cambiaria.

En tanto actividad económica muestra signos positivos en el último trimestre, confirmando el fin de la recesión anunciado por el presidente. Las proyecciones para 2025 son optimistas, con estimaciones de crecimiento que van del 3% al 5%. El desafío será mantener este impulso mientras se gestiona la transición hacia un esquema cambiario más flexible, aunque todo indica que el cepo seguirá vigente al menos hasta después de las elecciones legislativas.