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Por qué se disparó el dólar y qué debería hacer el Gobierno para bajarlo

La demanda de dólares como cobertura frente a la pérdida de valor del peso no se detiene y mantiene en alerta al equipo económico. El Banco Central busca contener la divisa, pero le faltan billetes para tranquilizar al mercado. Qué puede pasar en los próximos días.
La demanda de dólares en las cuevas no se detiene y tira la cotización para arriba. Foto: Analía Melnik/MDZ
La demanda de dólares en las cuevas no se detiene y "tira" la cotización para arriba. Foto: Analía Melnik/MDZ

En lo que va de la semana el dólar blue saltó nada menos que 175 pesos, cerrando este miércoles a $770 para la compra y $780 para la venta, aunque por momentos llegó a ofrecerse a $790 e incluso en algunas cuevas pedían $800 redondos por cada billete verde. 

La devaluación del tipo de cambio oficial el lunes pasado, que llegó el valor del dólar mayorista, el que usan los exportadores e importadores, a $350 y el minorista arriba de $365, sacudió el mercado cambiario y multiplicó la incertidumbre y los temores en el Gobierno de que la situación se desmadre.

Incluso este miércoles desde la propia coalición gobernante dispararon munición gruesa sobre el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa, para que renuncie al cargo de mandamás del Palacio de Hacienda.

Pero el salto del dólar, que por el momento parece imparable, ya sumó este jueves otros cinco pesos en el arranque de la rueda, y vuelve a meter presión.

Asignatura pendiente

La brecha cambiaria, que se mantuvo en torno al 95/100% el último mes, picó hasta el 123% esta semana tras la devaluación. Es un motivo de honda preocupación en las huestes gubernamentales y sin dudas una asignatura pendiente. 

La brecha cambiaria superior al 100% es un indicio de la incertidumbre que reina en la economía argentina. 

Apenas iniciado el gobierno de Alberto Fernández, un alto funcionario de la jefatura de Gabinete reconoció ante este cronista que "la brecha cambiaria es el principal problema que hoy tiene la economía" y acto seguido anticipó que la reducción de la brecha "es lo que va a encarar ahora el Gobierno para estabilizar la situación". 

Todo eso quedó en el olvido y hoy sin dudas, la inflación y el mercado cambiario, dominan la escena. La incertidumbre política y las dudas sobre la marcha de la economía está generado una "espuma" difícil de reducir para el Ministerio de Economía.

Por qué saltó el dólar

Empresas e inversores particulares corren al dólar blue como refugio de valor, en una tendencia que tiene la marca en el orillo de las innumerables crisis argentinas. Cada vez hubo una crisis de balanza de pagos, traducida como falta de dólares en las reservas del Banco Central y que se atrasó el tipo de cambio, lo que no hace el Gobierno por las buenas, lo hace el mercado por las malas.

Dicho en buen criollo, la intensa demanda de devaluación del tipo de cambio que viene haciendo el Fondo Monetario Internacional (FMI) no fue atendida por el Ministerio de Economía en el marco de la campaña previa a las PASO, y si bien el mismo lunes a la mañana el Banco Central dispuso la devaluación de 22% del peso (tipo de cambio mayorista), el mercado se montó en que soltaron las amarras y ya subió el dólar blue a $780. 

Es un incremento del dólar informal de 29,75% en apenas tres ruedas, lo que llevó a la suspensión de ventas de insumos y bienes finales en industrias y comercios, subas de precios de entre 10 y 20%, según los sectores, con fuerte impacto en alimentos. 

Tras el salto devaluatorio los alimentos y bebidas comenzaron a reflejar subas importantes.

El salto del dólar se dio en un escenario en el que, si bien hubo avances en el acuerdo con el Fondo, y el propio organismo aseguró que el propio 23 de agosto se reunirá el board para tratar el informe que surgió del Staff Level Agreement alcanzado con Argentina, lo cierto es que la plata todavía no llegó. 

Serán al menos US$ 7500 millones, correspondientes a los pagos correspondientes a las dos últimas revisiones, de manera que la mayor parte de esa cifra volverá a Washington a las arcas del FMI. El Banco Central sólo podrá sumar a las reservas US$ 1000 millones, que en un contexto de reservas netas negativas en unos US$ 11.000 millones, suena a una gota en el mar.

Justamente eso es lo que está impulsando a los inversores a volcarse al blue. La escasez de reservas para salir a abastecer la demanda del mercado, empuja la avidez por el billete, reflotando la vieja teoría de que "cuando ten ven débil, salen a pegarte". 

Qué puede hacer el Gobierno

"La única forma de parar una corrida cambiaria es con billetes verdes sobre la mesa", reza un viejo dicho en la City porteña. Y realmente es casi lo único que puede hacer el Banco Central para frenar el precio del blue. El problema, justamente, es que no tiene billetes.

El ministro Sergio Massa busca la forma de contener la escapada del dólar, por ahora sin solución.

La incertidumbre es la madre de las crisis cambiarias y hoy la economía no tiene certezas, por lo que el Gobierno está intentando atender la demanda con pocos instrumentos. 

Necesita llegar como sea al miércoles próximo, tener en la mano el acuerdo del board y recibir los dólares del Fondo. Mientras tanto, cerró un poco más el grifo de salida de los dólares financieros, encareciendo y trabando la operatoria con nuevas regulaciones y puso al mando de la negociación de precios a un duro hombre del riñón massista, el titular de la Aduana, Guillermo Michel. 

En ese contexto, el Banco Central está haciendo una movida de manual, espera que el blue suba, y sale a comprar al dólar mayorista, clavado en $350 por 90 días, para tener luego poder de fuego para intervenir en el mercado, algo que en teoría no puede hacer por el acuerdo con el Fondo, pero que es usual en Argentina. 

En las próximas jornadas se verá cómo sigue esta saga, con el blue disparado, una vez más en medio de una campaña electoral.