Una buena: empresarios que se pusieron de acuerdo y cerraron la grieta
Durante unos meses y con la aparición de una lista que competía con el oficialismo, en la Federación Económica de Mendoza (FEM) los contrapuntos parecían insalvables. Sin embargo, priorizaron las diferencias y piden que, luego del orden logrado, la provincia se enfoque en el crecimiento.
La Federación Económica de Mendoza (FEM) es una de las entidades gremiales empresarias de mayor alcance en la provincia. Como organización de segundo grado (nuclea cámaras empresarias y no individuos) está entre las de mayor antigüedad y alcance en el territorio. Tiene 70 años de vida y casi 60 entidades asociadas. Por esta llegada y proyección sus opiniones suelen ser escuchadas en el ámbito público.
Tal vez debido a eso, la renovación de autoridades de este año fue reñida, pero lo que parecían diferencias irreconciliables, lograron salvarse. De este modo, las dos listas en pugna se hicieron cargo en conjunto de la Comisión Directiva, en donde ambas partes están representadas por igual. La de quien venía del oficialismo y quedó como presidente, Santiago Laugero, y la de la oposición, Diego Stortini, que obtuvo la vicepresidencia.
De algún modo y en pequeña escala, los empresarios lograron hacer lo que los políticos hoy no pueden: priorizar lo que hay en común para la construcción colectiva. No es que desaparecieron las diferencias y, en algunos aspectos, todavía quedan discusiones por dar. Sin embargo, el haber podido saltar la grieta es un hecho que los conforta al tiempo que los coloca ante nuevos desafíos.
El trabajo por la unidad
Tanto Laugero como Stortini admitieron que no fue un proceso sencillo ya que, por momentos, hubo debates subidos de tono y posiciones “fuertes” por parte de algunos dirigentes. Sin embargo, en el proceso electoral de caminar la provincia y conversar con las diversas cámaras asociadas, comenzaron a ver que eran más los puntos en común que las diferencias.
“Cuando pudimos generar un espacio de encuentro y entendimiento, nos dimos cuenta de que entre el 70% y el 90% de las preocupaciones eran coincidentes”, contó Laugero. Agregó que también notaron que era más sano ir hacia un esquema de consenso en el que las posiciones de las dos listas estuvieran representadas. Este cambio llevó a una suerte de renovación dentro de la FEM ya que la mitad de los cargos quedaron en manos de la lista de Stortini.
Los “nuevos” son, según el vicepresidente, personas de actitud joven y con “gran empuje”. No se trata de dirigentes noveles sino de muchos reconocidos dentro de su territorio o sector productivo y fue, según Stortini, la manera de cerrar la grieta. “Aunque hay responsabilidades distintas, no importan tanto los cargos como haber podido sintetizar las diferencias”, subrayó Stortini para quien es clave el cambio en algunos nombres y manifestó estar “contento por Santiago y por toda la entidad”.
Las posturas distintas también venían por los sectores de los que partía cada cabeza de lista. Laugero tiene una empresa constructora con proyectos importantes y muchos relativamente grandes mientras Stortini es productor vitivinícola del Valle de Uco. Ambos tienen en común que también se dedican al sector turístico/hotelero con ofertas disímiles.
Reclamo empresario
Uno de los últimos informes sobre empleo publicados por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) expresó que, aunque Mendoza recuperó parte del empleo perdido en la pandemia, todavía no ha llegado a los niveles previos. En este contexto, la provincia es la más desfavorecida después de Tucumán en este punto ya que el resto del país mostró números mejores.
Esta es una de las realidades que los flamantes dirigentes de la FEM palparon durante su recorrido: empresarios en modo supervivencia y la necesidad de ampliar la economía de Mendoza. Hay que tener en cuenta que, por el bajo salario promedio de la provincia, muchos mendocinos han comenzado a viajar a San Juan y a San Luis por trabajo.
Además de la minería sanjuanina y del desarrollo pos promoción industrial puntano, los dirigentes de la FEM señalaron la importancia de crear condiciones para el crecimiento económico local. “No se trata sólo de la minería sino de que todas las actividades que se desarrollan aquí comiencen a sumar valor en Mendoza, a industrializarse, que es lo que da la riqueza”, subrayó Stortini.
En un contexto en que la inflación, las restricciones y la caída de mercados externos corre por detrás a la mayoría, Laugero expresó que -más allá de la macro- es importante garantizar cuestiones estructurales que alienten la inversión privada; principal motor de riqueza. Aquí la lista de importantes es larga pero, principalmente, tienen que ver con condiciones de infraestructura y fomento de la industria local.
“Creo que los gobiernos anteriores hicieron un buen trabajo en el orden institucional, fiscal y social, el nuevo debería enfocarse en el desarrollo económico”, expresó Stortini acerca del reclamo generalizado por parte de las cámaras asociadas a la FEM.