Los duros mandamientos económicos que tiene en mente el kirchnerismo para el próximo candidato

Más allá de las candidaturas finales a presidente, vicepresidente, diputados, senadores y todo lo que se elegirá este año, dentro del kirchnerismo se trabaja a destajo para lo que se considera tan importante como lo anterior: los mandamientos inevitables e innegociables que el próximo gobierno, si es la continuidad del oficialismo, deberá respetar como si fueran las verdades reveladas.

Se trata de un puñado de definiciones sobre economía, salud, educación y otras áreas, sobre las que el próximo candidato bendecido no podrá negociar y simplemente deberá acatar. Lo dejaron en claro los dueños de la franquicia: Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner, quienes ya les aclararon a todos los aspirantes que el "programa" será esta vez lo fundamental, para no repetir la pésima experiencia de Alberto Fernández y su languideciente gestión.

Este catálogo de decisiones aún no tiene su versión final, y está siendo elaborada dentro del Instituto Patria, hacia donde llegan los estudios de varias reparticiones, organizaciones y centros de estudios alternativos y cercanos al kirchnerismo; entre los que se encuentra el Centro de Economía Política (CEPA).

El paper final es responsabilidad, curiosamente, del actual ministro del Interior y precandidato favorito de La Cámpora, Eduardo "Wado" de Pedro, y debería ver la luz en no más de quince días.

Y, según las versiones que surgen dentro del Patria, el CEPA es el que más cerca está de organizar el esqueleto básico de puntos fundamentales que se deberán asumir con la plataforma innegociable de un eventual gobierno que amerite la bendición de Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner; quien, además, tendrá la redacción final del documento.

Según lo planteado por CEPA, el próximo jefe de Estado (por ahora sólo son hombres los aspirantes) deberían respetar estas indiscutibles premisas:  

- Renegociación total del acuerdo con el FMI, sobre la base de un nuevo esquema a más de 10 años y atar el pago de la deuda a un aumento de exportaciones o un crecimiento de la economía. Por otro lado, el FMI no debe imponer ni metas ni objetivos a cumplir, siempre que Argentina cumpla con los pagos.

- Esquema flexible de incremento de retenciones a exportaciones, según los valores del mercado internacional y según grupos productivos y economías regionales.

- Reforma impositiva basada en la progresividad, desburocratización y aplicación de tributos a la riqueza. 

- Fortalecimiento del peso argentino, abandono del esquema bimonetario, esquema de acumulación de reservas y crédito orientado a la producción industrial.

- Apuesta a la mejora real del salario y desarrollo del mercado de consumo interno como motor de la economía. 

- Soberanía energética sobre la base del desarrollo de Vaca Muerta, apuntando al mercado interno y al incremento de exportaciones.

- Intervención directa y total sobre los mercados de oligopolios y monopolios, como responsables máximos del incremento de los precios y la puja redistributiva. Intervención directa en la cadena de valor.

- Nueva ley de alquileres, con la intervención directa del Estado en el mercado inmobiliario, intervención en el sistema financiero para crear un mercado de créditos hipotecario y políticas de acción sobre viviendas ociosas.