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Pago electrónico: con su expansión, crecen los desafíos para adecuarse

La tecnología, la comodidad y la cantidad de billetes que habría que cargar para realizar cualquier compra son algunas de las causas por los que el uso de los modos de pago creció 100%. Cuánto cuestan y cuáles son las estrategias para no quedarse afuera de las ventas.

Diana Chiani
Diana Chiani miércoles, 8 de marzo de 2023 · 16:30 hs
Pago electrónico: con su expansión, crecen los desafíos para adecuarse

La verdulería, las compras callejeras y mucho de lo que hoy se comercializa puede pagarse a través de distintos medios electrónicos con especial foco en los virtuales. Los datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA) son contundentes: las transferencias inmediatas tuvieron un crecimiento interanual del 98,8% en diciembre de 2022 al comparar las cantidades, mientras que esa suba fue de 18,7% en relación con los montos.

Durante el mismo lapso, también se registró un aumento del 41,4% en los pagos con transferencias con código QR interoperable. Según la entidad, el desarrollo también se extendió al pago con cheques electrónicos, una herramienta más utilizada a nivel empresarial. En el último año, estos tuvieron un crecimiento de 33% más en cantidades y 58% en valores.

Los números de 2022 son importantes debido a que parten de un gran salto que tuvieron estos modos de pago a partir de la pandemia, en los años 2020 y 2021. En este contexto, hoy prácticamente todo se puede pagar con herramientas como Mercado Pago, Modo y otras billeteras virtuales que también ganan mercado, aunque todavía sin la masividad de las mencionadas. En Mendoza, Ohana y Yacaré; son algunas de ellas.

Juan Manuel Gispert, gerente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), destacó que la tendencia de uso es creciente, aunque variable entre los distintos rubros. Además de la comodidad que implica para los clientes, que a veces solo salen con el celular; también está relacionado con la situación del empleo formal.

“Es más fácil que quienes están en blanco tengan tarjetas bancarias, pero no siempre sucede con la gran cantidad de personas que trabaja de manera informal y que tal vez utilice más las aplicaciones para pagar”, destacó Gispert. En este sentido, también ha habido una mejora tecnológica en los pagos que realiza Anses de AUH y Progresar; entre otros, lo que obliga a los comercios a estar actualizados. En febrero, según cifras de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas bajaron 0,8%.

Alternativas de venta

Para los comercios, la utilización de las billeteras virtuales es más costosa que la de las tarjetas de débito o crédito. Mientras que para las primeras el descuento es de 0,8%, en las segundas la comisión bancaria es de 1,8%. En tanto, las comisiones de las aplicaciones no bajan del 3% en líneas generales. Desde el punto de vista de Adrián Alín, presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicio de Mendoza (Cecitys) los negocios deben ofrecer alternativas, dada la situación general y el servicio que deben brindar.

Sin embargo, aclaró que existen diversas billeteras virtuales que aún no cuentan con la adecuada difusión ni entre los clientes ni en los negocios. En este punto, la aplicación Mercado Pago gana por goleada. Para el comerciante hay una doble mirada, ya que, no es la que más le conviene, pero, por el momento, es la más utilizada, con el consiguiente volumen de ventas que ello implica.

Aunque la utilización de algunas aplicaciones puede ser una manera de evitar algunos controles tributarios, lo cierto es que no es tan sencillo. Tarde o temprano el sistema registra movimientos que hacen sonar la alarma de la AFIP. Por otro lado, desde el sector advierten por posibles estafas. “Recomendamos a nuestros asociados no entregar la mercadería hasta que no vean la plata en su cuenta, más allá de que les hayan mostrado un comprobante”, alertó Alín.

Entre el efectivo y el crédito

Pese a lo extendido de las billeteras virtuales, hay dos modalidades muy utilizadas debido a la conveniencia que esto implica. En palabras de Fabián Tarrío, de la CAME, el plan Ahora 12 todavía es la estrella a la hora de pagar; en especial en lo que a compras importantes respecta. En su modalidad de 3, 6 o 12 cuotas y con un interés cercano al 41%, las cuotas financiadas por el Gobierno son la salida más conveniente.

Se trata de un sistema utilizado, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y en territorio bonaerense, que se llevan buena parte de la facturación total. Muy de lejos le sigue Santa Fe, mientras que en provincias como Mendoza, según Gispert, se ha observado cierto freno.

A pesar de la conveniencia del sistema en un contexto de altísima inflación, hay quienes no quieren saber nada con los costos financieros y, si tienen el dinero, prefieren pagar al contado. “Pese a que crecen, los medios de pago virtuales se utilizan menos que las tarjetas”, apuntó Tarrío, quien destacó la problemática de las personas que solo pueden pagar los mínimos de su resumen, con tasas que trepan al 150% anual.

Por último, es el efectivo el modo de pago con el que más se economiza, al final de cuentas. Tener los billetes encima –aunque sean muchos y poco cómodo o seguro- es una manera de obtener hasta un diez por ciento de descuento por el producto en cuestión. Puede ser una forma de no facturar, pero también de tener el “pájaro en mano”. Para el que tiene el dinero, por su parte, la palabra descuento es música para sus oídos.

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