El acuerdo clave que logró Toyota para que operarios no paguen Ganancias

Después de una larga negociación, la automotriz Toyota logró un acuerdo con el Gobierno y el sindicato mecánico (SMATA) para que las horas extras que se realicen los fines de semana y feriados no estén alcanzadas por el pago del Impuesto a las Ganancias. 

Así se está comunicando en estos momentos al personal por parte de los delegados del SMATA. Con este acuerdo, la terminal radicada en Zárate trabajará mañana, feriado, en tres turnos. 

El acuerdo forma parte de un convenio más amplio, cuyos detalles se están terminando de definir en cuanto al alcance y duración, que es avalado por el Ministerio de Economía. 

En principio, esta solución sería solo para esta automotriz, aunque es posible que genere reclamos de otras empresas.

Tira y afloje

A este acuerdo se llegó porque los operarios de esa empresa se oponían a trabajar mediante la modalidad de horas extras, debido a que el mayor ingreso que recibían hacía que suba la retención que se realiza por Impuesto a las Ganancias y genere que terminen cobrando de bolsillo prácticamente lo mismo que si no hubieran concurrido a la planta. Para un turno, la empresa debe pagar 7 horas con un recargo del 50% sobre el valor de la hora y una hora y media más al 100%. 

Desde el reinicio de la actividad a mediados de enero, tras el período de vacaciones en la planta, la compañía viene intentado, sin suerte, producir los sábados y los feriados para recuperar producción perdida durante el 2022 por el largo conflicto en el sector neumático –que afectó a todas las terminales– y algunos feriados sorpresivos, que obligaron a cerrar el establecimiento. 

Pese a convocar al personal para realizar horas extras en esos días no laborables, la empresa no lograba reunir la cantidad de operarios necesarios para garantizar la puesta en marcha de la línea y tuvo que dar de baja el plan. El hecho más reciente fue el pasado feriado de Carnaval en febrero.

Hay que tener en cuenta que los trabajadores venían de cobrar el aguinaldo, el bono de fin de año y el adicional de vacaciones, por lo que el incentivo económico tendría que ser muy grande para dejar horas de su tiempo libre de un sábado. 

De esta manera, la empresa tuvo que desistir de su plan de recupero de unidades. 

Antecedentes

Este tema no es nuevo y se repitió periódicamente durante todo 2021. Por este motivo, la automotriz impulsó una reforma laboral interna, que contó con el apoyo de SMATA, el gremio de la actividad, para establecer un nuevo esquema de trabajo de seis días a la semana rotativos. Esto permitía trabajar los sábados sin el recargo de horas extras. A cambio, los operarios recibían una bonificación especial exenta de retención impositiva y se efectivizaron unos 2.000 operarios que estaban contratados. 

Esta reforma tuvo vigencia desde enero del 2022 hasta diciembre pasado. Esto se planificó de esta forma porque a partir de enero último la automotriz comenzó a producir en tres turnos, las 24 horas, de lunes a viernes. 

Sin embargo, pese a este incremento de actividad, la terminal no da abasto para responder a la demanda interna y externa. 

La vuelta del conflicto con los operarios para hacer horas extras complicó los planes de la compañía de recuperar la producción. 

Con el tercer turno, la planta llevó su capacidad de 165.000 unidades, en 2022, a 182.000 para 2023. 

Sin embargo, ese volumen no logra cubrir los pedidos que tiene para su pickup y el SUV. Eso se refleja en el tiempo de demora que hay para comprar esos modelos que van hasta 180 días o más, según las versiones. Se estima que necesitaría unas 220.000 unidades al año para equilibrar la demanda con la oferta.