Productores de ajo piden dólar diferencial para frenar el contrabando

La semana pasada, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) incautó 315 toneladas de ajo valuadas en más de $9000 millones, debido a que no estaban en regla. Este operativo, además, detectó trabajo informal en diversas zonas de Mendoza. La situación desnudó una problemática que los productores atraviesan desde hace tiempo debido a la brecha cambiaria.

Es que el 80% del ajo que se produce en Mendoza se exporta a Brasil y, debido a las dificultades por exportar a valor oficial con costos al dólar blue, aparecen oportunistas que buscan sacar tajada y vender afuera con el precio del paralelo. Se trata de una problemática que afecta al sector, debido a que no solo se dañan las relaciones comerciales, sino que suman la competencia desleal al desafío diario que existe por el mencionado desfasaje.

Maximiliano Di Cesare, gerente general de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos y Cebollas de Mendoza (Asocamen), expresó que desde hace tiempo trabajan en conjunto con otros organismos del Estado para terminar con las actividades ilegales que traen consecuencias negativas para el rubro. “No son las empresas que tradicionalmente trabajan en el ajo, sino que se trata de oportunistas que ven una posibilidad en medio de las dificultades existentes”, expresó Di Cesare.

La diferencia de casi $200 entre el dólar oficial y el paralelo favorece maniobras que son cada vez más comunes. En este contexto, el sector viene pidiendo un dólar diferencial desde hace casi dos años. El dirigente empresarial agregó que la actual situación alienta dos tipos de maniobras.

Por un lado, está la multiplicación de cargamentos de contrabando sin los papeles, ni estándares específicos para su exportación. Por el otro, se observa la creación de empresas fantasma para evadir impuestos y mover los dólares por fuera de los controles.

El producto se transporta en balsas y pasa por pasos terrestres alternativos al país vecino, sin las características deseadas por el país de destino y, por este motivo, en Brasil se vende más barato. “Esto no solo nos afecta a nivel de relación comercial entre los países, sino que también es competencia desleal”, sumó Di Cesare. En este sentido, recordó que el sector fue uno de los primeros en solicitar un dólar diferencial, sin éxito hasta el momento.

Un pedido sin respuesta

El gerente de Asocamen contó que desde hace dos años están en esta situación y que han tenido reuniones con funcionarios del Ministerio de Economía y de la Secretaría de Agricultura de la Nación, aunque sin novedades todavía. “Nos reconocemos como la primera economía regional que pidió un dólar diferencial por las características de nuestra actividad y las pérdidas de rentabilidad en este sentido”, precisó.

Sobre este punto, Di Cesare agregó que la Asociación trabaja junto con organismos para disminuir las prácticas ilegales. Además, destacó el trabajo del embajador en Brasil, Daniel Scioli, con quien se reunieron durante la Vendimia y se ha puesto al frente de la problemática que trae la comercialización ilegal de ajo en ese país.

El ajo se terminó de cosechar en diciembre y está por comenzar su etapa fuerte de logística hacia Brasil. Por el momento, no se advierte un cambio o un alivio cambiario para este sector que, a diferencia de la vitivinicultura, todavía espera noticias al respecto.