Congreso

Blanqueo de capitales: la estrategia de Sergio Massa para persuadir al FMI

El Palacio de Hacienda busca salvar la propuesta de blanqueo de capitales, en un escenario complejo en el Congreso, donde el diálogo con la oposición está frenado, e incluso no todo el oficialismo está alineado en el mismo sentido.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 8 de febrero de 2023 · 17:01 hs
Blanqueo de capitales: la estrategia de Sergio Massa para persuadir al FMI
Foto: Diputados Fotografía

El ministro de Economía Sergio Massa quiere espacio dentro del Gobierno para una negociación final con la oposición. El titular de la cartera económica quiere, antes que terminen las sesiones extraordinarias, al menos avanzar en el debate del blanqueo de capitales, para mostrar a los visitantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) que la iniciativa no está descartada, sino, simplemente postergada por cuestiones políticas.

Para esto el funcionario buscará que en la comisión en la Cámara de Diputados, el proyecto de exteriorización de capitales tenga cierto movimiento, y algún que otro guiño opositor. Y que, aunque todos sepan que las relaciones entre el oficialismo y la oposición a nivel legislativo están rotas; aún es posible soñar con un futuro de aprobación del proyecto de ley en el Congreso. Y con los votos de Juntos por el Cambio (JxC).

Massa dijo en los últimos días que antes del conflicto entre el oficialismo y la oposición por el avance contra la Corte Suprema, desde su ministerio había sido ya negociado el capítulo blanqueo con los contactos con el bloque que maneja Cristian Ritondo que mantenía (y aún mantiene) el ahora titular del Palacio de Hacienda.

Y que había promesas cruzadas que se podría aprobar sin mayores problemas, dado que se trataba de un proyecto que JxC no encontraba cuestionamientos ideológicos, aunque sí técnicos, pero salvables en una negociación política técnica con la menor cantidad de ruido posible.

Luego vino el avance del Ejecutivo sobre el máximo tribunal, y el consecuente rompimiento del puente de diálogo entre las partes, lo que deriva en el empantanamiento de las extraordinarias.

El frente externo

Lo que ahora quiere Massa es mostrar que el proyecto no está caído, que se mueve en el Parlamento y que es posible aún pensar en una aprobación cuando el Congreso vuelva a trabajar con cierta normalidad. Si es que esto ocurre. 

El blanqueo es aún el principal proyecto que el titular del Palacio de Hacienda quiere que se convierta en realidad en las sesiones extraordinarias, un espacio por ahora fallido. Para Massa se trata de una medida importante para su programa financiero y fiscal.

Lo que quieren Massa y su gente es que el proyecto se convierta en ley lo antes posible, y que antes de marzo pueda reglamentarse y comenzar a aportar capitales a las arcas siempre débiles del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Así formarán parte de los dólares que el país puede poner sobre la mesa a la hora de redefinir la meta de reservas que la entidad que conduce Miguel Pesce debe mostrar cada trimestre ante el FMI. Por otro parte, todo lo que se blanquee como activos físicos y financieros, pasará a formar parte de la masa imponible del tributo a los Bienes Personales, y, a raíz de ello, a aumentar la recaudación impositiva anual.

Esto servirá para mejorar los ingresos en 2024, pero se sabe que el Fondo Monetario analiza de manera positiva todo lo que tiene que ver con una mejora tributaria general.

Según el acuerdo que establece un sistema de información, le transfiere a la Argentina la tenencia en cuentas; también las utilidades o rentabilidades que pueda haber percibido alguna de esas cuentas por formar parte de una sociedad, o por tener alquileres de propiedades.

Es también la transferencia entre cuentas, la integración de capital de sociedades y obviamente todas las tenencias vinculadas a actividades reguladas por el sistema financiero.

Economía tiene en mente un blanqueo amplio, que incluya todos los capitales no declarados en cualquiera de sus formas (dinero en efectivo dentro y fuera de las fronteras nacionales, inmuebles, vehículos, bienes de capital y financieros, joyas, etc), relativamente barato (al menos para el que decida ingresar sus dólares dentro del sistema financiero argentino) y fundamentalmente ágil en el tiempo de declaración e ingreso.

Esto, además de no poner mayores restricciones para el uso de esos dólares blanqueados, dándole al nuevo contribuyente la posibilidad de utilizarlos, tanto para ahorro como para la inversión o compra de inmuebles, campos, vehículos, etc. En estos casos, incluso, el blanqueo tendría que tener más facilidades.

El "colaborador"

Massa sabe cuál es el capítulo que eventualmente deberá negociar con la oposición, en el caso que vuelva el diálogo con Ritondo y su gente: quitar del proyecto oficial la figura del "colaborador". Se trata de una idea original del proyecto que había presentado en su momento en el Senado Oscar Parrilli y que incluía la opción de la delación premiada de cualquier conocedor de dólares fuera del país de una segunda o tercera persona.

Según el proyecto original de Parrilli la figura del colaborador se aplica a "cualquier individuo, sea persona humana o jurídica, residente en el país o en el extranjero, que actuando en forma personal o conjuntamente, proporcione información relacionada con una violación de las leyes impositivas y de lavado de activos".

El monto a partir del cual se considerará como acreditada la información proporcionada por el colaborador no deberá ser inferior a U$S 500.000 en concepto de activos no declarados.

Éste recibiría la recompensa del 30% del monto total efectivamente recaudado e ingresado. Ni el kirchnerismo ni el oficialismo consideraron este proyecto como un blanqueo, pese a que implica la caída de las sanciones financieras, impositivas y penales. La eliminación del delator sería un reclamo primario de la oposición para que el blanqueo avance en Diputados. Habrá que ver si desde el kirchnerismo, que tiene el copyrright de la idea, hay voluntad de quitar el último vestigio de condena al macrismo y sus blanqueos.

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