Cuentas en rojo

Cuánto debe la Argentina y cómo está compuesta la deuda pública

Está en niveles récord históricos. Los vencimientos se acumulan tanto en dólares como en pesos y la capacidad de financiamiento es cada vez más cara y complicada. Esto implica que, en un año electoral, el Gobierno no tiene margen para aumentar el gasto público.

Sergio Lanzafame
Sergio Lanzafame sábado, 18 de febrero de 2023 · 20:00 hs
Cuánto debe la Argentina y cómo está compuesta la deuda pública
Foto: Télam

La deuda pública bruta de la Argentina alcanzó un nuevo récord y llegó a US$ 394.000 millones, esto es el 77% del PBI. Aunque buena parte de ese endeudamiento es en pesos, hay muchos vencimiento antes de fin de año que restringirán fuertemente el margen de acción del Gobierno en este año electoral.

Según el último informe de CREA, la asociación civil integrada por empresas agrícolas, en relación la porción de la deuda que se encuentra en dólares, se observa que en diciembre de 2022 ascendió a los US$ 263.000 millones, es decir el 52% del PBI. El 31% es con organismos multilaterales y el 69% entre privados y públicos.

Esta deuda, por estar emitida en moneda extranjera es la más sensible y la que mayor preocupación trae el Gobierno. Un dato por demás revelador es que este pasivo en moneda extranjera representa el 253% de las exportaciones anuales.

Y tiene un componente adicional. La Argentina no tiene capacidad de refinanciar con acreedores privados por el sobrecargo en las tasas internacionales debido al alto riesgo de impago que es del 18,4%, o más, en dólares en la actualidad. A efectos prácticos, dice CREA, la Argentina está fuera del mercado de capitales.

Esta imposibilidad es la responsable de que en 2022 hubiera una disminución del 3% en el peso de la deuda nominada en moneda extranjera. Aunque hubo financiamiento en dólares gracias a líneas de créditos provenientes de organismos multilaterales como Fonplata y BID, que otorgaron fondos destinados a proyectos específicos.

En 2022 este monto ascendió a US$ 10.000 millones, además de los US$ 5.100 millones del FMI en el marco del acuerdo. 

La deuda en moneda local, en tanto, aumentó aceleradamente su participación en el stock de deuda pública. Creció en el último año de US$ 23.000 millones a US$ 131.000 millones, es decir el 26% del PBI.

El corto plazo de vencimiento es uno de los talones de Aquiles. En 2023 vencen el equivalente a US$ 70.000 millones, lo que significa un grave problema para el Estado tanto económico, por la necesidad de refinanciar semejante volumen, como político, por el escaso de margen de maniobra que le ofrece en un delicado año electoral.

Además, la necesidad de renovar la deuda, implicó que, recientemente se colocara deuda con una tasa del 118%, lo que significa un 20% de interés real, descontada la inflación. Este es un elemento clave que explica el nerviosismo del mercado en relación a la capacidad de pago del Tesoro en este año de semejante deuda. El aumento de la tasa de interés complica aún más la capacidad de pago. El otro elemento es la incertidumbre electoral.

De todas formas, el Gobierno responde que no sólo ha logrado colocar nuevos instrumentos de deuda en 2023 para pagar vencimientos, sino que tiene espacio como para rescatar bonos con anticipación.

No obstante, desde CREA aseguran los jugadores económicos dan por cierto algo. No habrá espacio para aplicar las recetas electorales tradicionales que siempre apelan al aumento del gasto público.

En lo inmediato, se suceden una serie de vencimientos con acreedores privados por US$ 7.300 millones y se deben pagar en forma neta US$ 3.500 millones al FMI. 

 

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