La Aduana desactivó un servicio de "delivery" cada vez más utilizado
La práctica se extiende en toda la zona de frontera pero esta vez se individualizó una maniobra que involucraba a camiones y compradores ficticios.
El precio del combustible en la Argentina se encuentra muy por debajo de los valores que se pagan en los países fronterizos, y a medida que el valor del dólar blue aumenta, cada vez son más los habitantes de Paraguay, Brasil, Uruguay, Chile y Bolivia que cruzan en busca de hacer un diferencia importante por cada litro de gasoil o nafta.
En la misma línea y como consecuencia de las grandes asimetrías cambiarias, también crece el mercado ilegal de venta de combustible, que se ha convertido en un verdadero negocio tanto para argentinos como para habitantes de localidades vecinas.
La postal se repite en Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Formosa, especialmente, donde diariamente suelen verse largas filas de autos particulares -de uno y otro lado de la frontera- que cruzan para llenar el tanque y luego revender el combustible a valores superiores al que se abona en la Argentina, pero muy por debajo de lo que se paga el litro en cualquiera de los países que nos rodean.
Ese "delivery de combustible" también se realiza a pie, de la mano de decenas de personas que, bidón en mano, atraviesan la frontera -especialmente por pasos terrestres no habilitados- en un práctica cotidiana y muy rentable.
Una acción para desactivar esta práctica extendida
En las últimas horas, la Aduana dio una señal en este sentido y realizó una denuncia ante la Justicia Federal por asociación ilícita y lavado de activos al detectar una maniobra de contrabando de combustible por $2.600 millones en la ciudad de Clorinda, Formosa, a pocos kilómetros del Puente Internacional San Ignacio de Loyola, que une la Argentina con Paraguay.
Según se informó, el estudio realizado por el personal aduanero permitió detectar destinatarios de camiones cargados con gasoil y nafta que estaban domiciliados en localidades cercanas a Formosa.

La Aduana corroboró que ninguno tenía capacidad económica ni financiera que permita justificar la compra de las grandes cantidades de combustible que realizaban.
La maniobra es la misma que se repite en toda la frontera: consiste en adquirir el insumo a través de compradores ficticios para poder transportar el combustible hasta localidades fronterizas sin ser detectados por las fuerzas de seguridad.
Una vez que estaban cerca de la frontera, y a través de estaciones de servicio de bandera blanca, el combustible era trasladado a tanques cisternas hasta propiedades ubicadas en la zona de la rivera. Luego, se realizaba el cruce clandestino a Paraguay.
Mirá el video del momento en el que la Aduana descubre la maniobra ilegal

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