La industria automotriz, entre la falta de dólares y las exportaciones

Transcurridos ya casi ocho meses de este 2022 atravesado por la falta de dólares y la disparada inflacionaria, la industria automotriz mantiene sus metas de producción proyectadas para este año y busca insertarse en los mercados internacionales con nuevos modelos. 

Para eso será clave que el Congreso finalmente sancione el proyecto de ley de incentivos a la industria automotriz y que se mantengan las inversiones, aunque desde las terminales buscan, además, señales de estabilidad macroeconómica.

Producto de las escasas reservas en el Banco Central en los últimos meses, la economía argentina estuvo signada por una cierta racionalización del acceso a los dólares para importar insumos y por supuesto, también bienes finales. Y la industria automotriz no es ajena a esta realidad.

La dura realidad

"Hemos tenido muchos problemas de abastecimiento ligados a semiconductores. De hecho, las últimas dos semanas hemos tenido la planta de pickups con paradas intermitentes por problemas con semiconductores y si bien eso mejoró respecto del primer semestre, continúa y es una realidad que nos va a acompañar", señaló Pablo Sibilla, presidente y director General de Renault Argentina ante una pregunta en MDZ sobre las dificultades con insumos. 

Fue durante el lanzamiento de la nueva Renault Oroch, en Mendoza la semana pasada. Allí la marca del rombo presentó la nueva versión de esta camioneta compacta, que lleva motor 1.3 TCE, diseño interior renovado y mayor conectividad, respecto de la versión anterior lanzada en 2016.

Sibilla consideró sin embargo, que el acceso a dólares para sostener la producción "siempre va a estar medio al límite y no sabemos por cuánto tiempo nos va a acompañar". 

Pero más allá de eso, no hay otro problema de abastecimiento. "Sí hemos tenido muchas charlas con el BCRA sobre el tema de los pagos a 180 días. Hemos llegado a un acuerdo que creemos que es responsable de ambas partes, tanto del Gobierno como de las asociadas de ADEFA", explicó Sibilla.

En el escenario actual de falta de dólares y pico de demanda de energía, que exige importaciones por cerca de US$ 2000 millones mensuales, las terminales accedieron al pedido del Gobierno y la normativa del Banco Central de posponer por 180 días los pagos de insumos importados. "El flujo de insumos nunca estuvo interrumpido, nunca estuvo en peligro", aseguró el ejecutivo de Renault.

Incluso es un secreto a voces que si algún proveedor no podía pagar a su proveedor del exterior, las terminales le pueden ceder crédito a sus proveedores.

Perspectivas de la industria

Pero en este escenario, el diálogo con el Banco Central busca acortar los plazos. "Lo que ahora estamos dialogando con el Banco Central, y nuestro pedido como ADEFA es que se mantenga el plazo de prórroga que se pidió por 90 días, y que y no se extienda". Desde las terminales aseguran que los 90 días nacieron como una necesidad de solidaridad de disminuir el egreso de divisas en el país para permitir la necesidad de compra de energía en esta etapa. Pero no quieren que continúe.

Consultado sobre cómo es el diálogo con el Ejecutivo, Sibilla explicó que el nuevo equipo del secretario de Industria, Ignacio de Mendiguren está estudiando el tema, en especial qué hacer con las importaciones de autos terminados, que todavía no se ha liberado, antes de dar una respuesta al reclamo de las terminales. 

"Seguimos en el diálogo constante y entendemos que una vez que ellos tengan la visión global de todas las marcas podremos acordar un volumen de importación para el resto del año", destacó Sibilla.

En este contexto, el número uno de Renault Argentina se sinceró: "No hay una suspensión real, hay un período de análisis de parte del Gobierno y a partir de ahí establecer nuevas pautas que nos dé previsibilidad por lo menos de acá a fin de año, porque somos conscientes de la coyuntura".

Incentivos y algo más

En relación a la ley de incentivo automotriz, Pablo Sibilla anticipó que la industria "va camino a una búsqueda del equilibrio de la balanza comercial". El desagregado por subsectores hoy indica que el flujo de vehículos hoy tiene un saldo es positivo, pero la industria en su conjunto este año tendrá un déficit de alrededor de US$ 1000 millones. 

"Considerando que la industria genera 165.000 empleos directos, más 500.000 empleos indirectos, pesa un punto del PBI y genera empleo del que más le interesa al país, empleo formado, capacitado, el déficit es casi nada", remarcó el titular de Renault. Y se mantiene la meta de fabricar 390.000 vehículos en el país este año, aún en el contexto de escasez de dólares que complica el proceso de producción.

"Igualmente, estamos trabajando para que el balance sea cero o positivo. Todas las industrias estamos orientadas a proyectos que vayan en esa dirección". Es la clave de los tiempos que vienen. 

En el caso de Renault apuesta fuerte a la exportación, para pasar del 18% actual de los vehículos producidos en el país, a más del 30% en 2023 y un 60% total en 2024 y 70% en 2025/26. Sólo para comparar en 2021 las exportaciones representaron el 10% del total.

"El año que viene vamos a abrir un nuevo mercado, fuera de América Latina, no voy a decir dónde todavía, pero es en otro continente", anticipó Pablo Sibilla. Y además están trabajando en un nuevo vehículo que estará en producción en 2025, obligará a la compañía a trabajar en tres turnos y estará en un 70% destinado a la exportación.