Acuerdo con el Fondo

Argentina pedirá clemencia a Estados Unidos ante el FMI

Alberto Fernández se reunirá con Joe Biden el próximo 26 de julio en Washington. Se hablará de acuerdo con el FMI, y de la imposibilidad del país de cumplir con las metas. Sólo con el apoyo de ese país puede renegociarse el Facilidades Extendidas

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño martes, 19 de julio de 2022 · 15:59 hs
Argentina pedirá clemencia a Estados Unidos ante el FMI

Lo sabía Martín Guzmán. Se lo intentó decir a Alberto Fernández, pero no llegó a tiempo. O consideró que había otras batallas urgentes que librar, antes de anunciar lo inevitable. Ahora también lo sabe Silvina Batakis, y con preocupación prepara la estrategia para plantear públicamente el tema, y abrir una negociación con el acreedor.

Lo cierto, es que el gobierno ya sabe que Argentina no cumplirá con las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año, y que inevitablemente deberá pedir un waiver al organismo financiero. Y que, para esto, deberá pedirle nuevamente ayuda a los Estados Unidos. Más concretamente, al presidente Joe Biden, con el que Alberto Fernández se reunirá el próximo 26 de julio en una reunión privada en la Casa Blanca de Washington.

Y ante el que se le planteará que el país no cumplirá con lo comprometido ante el FMI, y que se necesitará un nuevo salvavidas político para que el renegado Board del organismo vuelva a tener clemencia con un país siempre esquivo a cumplir sus compromisos. Sobre todo económicos.

Alberto Fernández sondeará ante Biden la eventualidad de un pedido de nuevo apoyo de ese país ante el Fondo. Saben en Buenos Aires que para reestructurar los términos del acuerdo, sabe la Argentina que la única manera de que una alternativa de este tipo pueda lograrse es con el apoyo total y explícito de los Estados Unidos.

Esto incluye que este país acepte defender la posición local ante el board del FMI, un ámbito donde la Argentina tiene las peores referencias, y donde se dejó claro que muchos socios importantes (Japón, Gran Bretaña, Holanda, entre otros), no apoyarán ningún cambio en el Facilidades Extendidas.

Fue el viernes 24 de junio, cuando el directorio aprobó las metas del primer trimestre, pero advirtió sobre las inestabilidades de las cuentas públicas locales. En el debate por la aprobación, se aclaró que el aval se le daba al staff del FMI que había hecho el trabajo de fiscalizar las cuentas de Buenos Aires y recomendaba la tilde positiva; pero no al trabajo hecho por las autoridades argentinas, a las que consideran “inclasificables”.

En este marco, sólo con el apoyo directo y claro de los Estados Unidos, que detentan el 17% de las acciones en el organismo e influyen en los votos de gran parte de occidente, podría haber cambios en las metas firmadas dentro del Facilidades Extendidas. Y no mucho más. Algo que tendría que descartarse en Buenos Aires es la alternativa de renegociar el acuerdo con otros términos, menos duros que los firmados el 25 de marzo pasado por Martín Guzmán. Esto, sabe la Argentina, ni siquiera puede ser planteado.

Esto deberá tener en cuenta Alberto Fernández al tomar una decisión, luego de haber recibido en la cena en Olivos con Cristina Fernández de Kirchner del lunes posterior a la salida de Martín Guzmán, el mensaje de la vicepresidenta sobre que en poco tiempo Argentina deberá plantear ante el FMI una revisión general del Facilidades Extendidas y términos más cercanos a los que el kirchnerismo tiene en mente que a los negociados por Guzmán.

El exministro, por otra parte, le dejó al abandonar el cargo un mensaje a su sucesora Silvina Batakis. No habrá posibilidad alguna de que el board del organismo acepte cambios en el Facilidades Extendidas vigente, salvo que, obviamente, haya algún tipo de acuerdo político de altísimo nivel entre Fernández y Biden. Y que luego, el presidente norteamericano influya directamente para que los otros países miembros del directorio del FMI se plieguen a la misericordia que pediría el jefe de Estado norteamericano para ayudar, otra vez, a Argentina.

Guzmán había tomado contacto con los hombres del FMI el sábado por la tarde, ya cuando su operativo salida-venganza había sido concretado. La conversación era esperada con la misma intensidad tanto en Buenos Aires como en Washington, desde donde se quería entender lo que sucedía en Argentina.

No por desconocimiento de la realidad política criolla, dado que en el FMI se cuenta con información más que privilegiada sobre la crisis entre el albertismo (o lo que quedaba de él) y el kirchnerismo. La pregunta que surgía ayer por la tarde en el organismo, era qué pensaba Alberto Fernández sobre la continuidad del acuerdo aprobado el 25 de marzo en Washington. Más concretamente, si Argentina pensaba en continuar con el acuerdo o lo denunciaría como políticamente caído y, en consecuencia, llamaría a una renegociación.

 

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