Marzo negro

El dato que muestra que se mantiene el cepo aéreo en vuelos al exterior

A dos años del comienzo de la pandemia, los vuelos al exterior siguen limitados. Todavía rigen restricciones. Esto se suma la alta carga impositiva que no regía en 2019. Hoy vuelan fuera del país solo 4 de cada 10 argentinos que lo hacían antes del coronavirus.

Horacio Alonso
Horacio Alonso jueves, 7 de abril de 2022 · 08:41 hs
El dato que muestra que se mantiene el cepo aéreo en vuelos al exterior
Foto: shutterstock.com

Pese a que el coronavirus ya no es un impedimento, el sector aerocomercial argentino todavía no logra recuperar la actividad a los niveles previos de la pandemia. El mercado de cabotaje muestra una mejora más rápida que el internacional, pero los dos segmentos están por debajo del volumen de operaciones del 2019.

Según el último informe de Aviación Civil (ANAC), la cantidad de pasajeros transportados durante marzo en vuelos domésticos es 23,6% inferior a la registrada el mismo mes de hace tres años, mientras que el número de viajeros para el exterior está 63,2% abajo. Es decir, vuelan al exterior sólo cuatro de cada diez argentinos que lo hacían antes del cierre aéreo.

De esta manera, se confirma que la Argentina mantiene un “cepo” a los viajes al exterior y está entre los países más afectados por la crisis aérea que desató el covid. En el resto de la región, la actividad se encuentra en niveles más altos. Si la comparación se realiza con otros mercados, como el estadounidense y el europeo, el contraste es mayor ya que el negocio aerocomercial tiene el mismo volumen o más que antes del 2020.

La situación local se explica por dos motivos. Por un lado, el sanitario; por el otro, el económico.

En el primer caso, todavía hay restricciones que hacen que haya menos vuelos. La Argentina fue uno de los país que más limitó la actividad aérea para evitar los contagios y que por más tiempo mantuvo esa medida.

Mientras muchos países fueron liberando el movimiento aéreo, especialmente para el mercado interno, el Gobierno de Alberto Fernández extendió el cierre de los cielos por mayor tiempo.

En el caso de los vuelos al exterior, se establecieron una serie de controles que hacía muy difícil viajar. Muchos se mantienen. Por ejemplo, hay demoras en la aprobación de los cronogramas de vuelos y límites para salida de aviones. De hecho, no están todavía autorizados los servicios para los próximos seis meses.

Esa incertidumbre hizo que varias aerolíneas dejaran de volar al país y están a la espera de una mayor claridad sobre la política que llevará adelante el Gobierno.

El regreso de Qatar Airways y de Emirates Airlines es una buena señal, pero no alcanza a recuperar la oferta de vuelos que había en 2019. La salida de Latam, por ejemplo, dejó un vacío importante. En menor medida, es el caso de Norwegian. Gol y Azul todavía no retomaron sus operaciones. Lo mismo sucede con las líneas aéreas que están volando, pero con menos frecuencias debido a la falta de reglas claras para programar los vuelos.

El factor económico agrava la situación. Con la llegada del actual Gobierno, antes de la pandemia, ya se dieron señales de que se buscaría desalentar que los argentinos viajen al exterior.

El motivo principal pasa por la falta de dólares. El sector aerocomercial es deficitario y una actividad plena genera una gran demanda de dólares. Es por eso que se dispusieron medidas para frenar la salida de pasajeros. Las más importantes son la percepción del 35% de anticipo del Impuesto a las Ganancias y el impuesto PAIS de 30%. Esto encareció los viajes y los gastos en el exterior, ya golpeados por la devaluación del peso de los últimos años que llevó al dólar a un valor alto y una pérdida del poder adquisitivo de los salarios en esa moneda.

También la eliminación de las cuotas para las compras de pasajes y paquetes al exterior frenó más la demanda de esos servicios. Si a esto se le suma un contexto de seria crisis económica, el segmento de argentinos que tienen capacidad de ahorro para realizar viajes internacionales es reducido.

Al margen de los motivos económicos, el Gobierno nacional viene impulsando una serie de medidas que apunta a los sectores de clase media y alta por cuestiones ideológicas, ya que en esos segmentos es donde menos votos obtiene.

Las peleas con los “porteños”, como símbolo de esos sectores, son numerosas. Es por eso que desalentar los viajes al exterior, además de la escasez de dólares, tiene su lectura política.

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