Opinión

Los peligros que enfrenta Brasil ante el posible regreso de Lula al poder

Las elecciones en el gigante de América del Sur tienen como favorito al candidato del PT, que prometió ampliar el Estado, subir impuestos e ir contra los ciudadanos de mayores recursos.

Martín Litwak
Martín Litwak sábado, 29 de octubre de 2022 · 11:00 hs
Los peligros que enfrenta Brasil ante el posible regreso de Lula al poder

Mañana domingo, en Brasil, Lula y Bolsonaro se verán otra vez las caras en las urnas. Según los últimos sondeos - que en primera vuelta dejaron mucho que desear -, Lula se posiciona como el favorito para convertirse otra vez en presidente del gigante de América del Sur, gracias a los apoyos que ha recibido de otros presidenciables, que no avanzaron al ballotage. Con el posible regreso de la izquierda populista a Brasil, reaparece la siempre presente intención de agrandar el estado y aumentar sus gastos a costa de perseguir a las personas con mayores ingresos, que invierten y producen en el país. Si bien esto no llama la atención, reaparece en un momento de máxima inseguridad e incertidumbre en el continente. Y en un mundo que no anda mucho mejor que la región que digamos, con conflictos geopolíticos varios, inflación récord y una incipiente recesión en las principales economías.

El histórico líder del Partido de los Trabajadores - que entiende por “trabajadores” solo a una porción de ellos - está planteando en su campaña la propuesta de implementar una nueva reforma tributaria “para que los pobres paguen menos y los ricos paguen
más”. Una historia que, basada en el relato de “odio” hacia los que más tienen, se repite una y otra vez. ¿Cuál es el objetivo final? Aumentar el gasto público. ¿Cómo lo quiere hacer? Para sorpresa de nadie, a través de un nuevo e importante aumento de impuestos hacia los más ricos. “Poner al pueblo en el presupuesto” es una de las frases más repetidas durante su campaña y se traduce directamente en eliminar el techo de gasto, una enmienda constitucional que data de 2016 y que impone un límite al crecimiento de los desembolsos públicos. Algo que no solo no habría que eliminar, sino que varios países de América Latina deberían copiar.

Lula asegura en su discurso que quiere que “los ricos paguen más” y, aunque no habla de cuánto más, no quedan dudas de que el aumento impositivo no será para nada despreciable. Enseguida, por supuesto, aparece la clásica promesa de “luchar contra la evasión fiscal”, que jamás es sustituida por la necesaria revisión del rol del Estado, que aumenta desmesuradamente los gastos y a su vez los impuestos, y deja sin aire a quienes más producen. Todos estos planteos se dan en medio de un contexto latinoamericano cada vez más duro: Argentina día a día aumenta su carácter de infierno fiscal, da muestras constantes de inestabilidad política y brinda cada vez menos seguridades jurídicas.

Bolivia, en tanto, enfrenta un declive en su crecimiento económico y se ha posicionado como uno de los países más pobres y menos desarrollados del continente. Chile y Colombia, por otra parte, con sus giros hacia la izquierda, están logrando rápidamente que quienes producen e invierten en dichos países, huyan hacia otros. Y podría seguir. Brasil, con la posible llegada de Lula al poder, enfrenta peligros inminentes en materia fiscal. Agrandar el estado, eliminar limitaciones de gasto público y aumentar la asistencia social: todo en base a la recaudación de impuestos de quienes más tienen. Una fórmula que ya se aplicó y se aplica en muchos países, con resultados catastróficos. En definitiva, un camino directo al fracaso.

Esta posible realidad pone en jaque un punto importante de los estados: la seguridad jurídica. Sabemos que un país con seguridad jurídica respeta la Constitución y las normas jurídicas establecidas, deja la aplicación de esas normas en manos de las autoridades competentes, cuenta con independencia de poderes y -un detalle no menor- no modifica las reglas de según cómo “pegue el viento” o el gobierno de turno. El populismo suele generar condiciones para la inestabilidad política y esas condiciones son proclives a que la inseguridad jurídica sea un hecho. En ese contexto, es de esperar que quienes invierten y pagan sus impuestos se sientan desprotegidos o directamente atacados y busquen nuevos horizontes de inversión o maneras de proteger su patrimonio. La incertidumbre, no conocer las reglas, no es el mejor camino.

En ningún caso esto significa que Bolsonaro sea la opción perfecta. Como tampoco lo eran Trump, Kast o Keiko Fujimori. Simplemente, entre las dos opciones posibles, Bolsonaro es el candidato que deja fluir más libertades.

En definitiva, no se trata de perseguir a los que más tienen, sino de promover la libertad.

* Martín A. Litwak autor del Iibro Planificación Patrimonial para Celebrities, fundador y CEO de Untitled SLC.

@MartinLitwak

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