Precios Justos: una "señal positiva" para Mendoza pero con gusto a poco
A la espera de la implementación efectiva del programa “Precios Justos” por parte del Gobierno nacional, el analista económico y columnista de MDZ Radio, Juan Manuel Gispert, sostuvo que será una medida que ayudará en parte a los mendocinos, pero no solucionará los problemas de fondo.
El columnista de MDZ Radio y analista político y económico, Juan Manuel Gispert analizó la nueva medida que implementará el Gobierno nacional para controlar la inflación por medio del programa nacional “Precios Justos”. Lejos de defender la iniciativa del Ministerio de Economía, el especialista destacó que “la herramienta puede ser positiva para los mendocinos, pero no deja de ser un parche para los problemas de fondo de Argentina".
Juan Manuel Gispert manifestó que “cualquier medida que baje la incidencia de los gastos de los trabajadores a la hora de comprar alimentos y bebidas son beneficiosas para Mendoza”. Al mismo tiempo, señaló que para entender dicho beneficio deben comprenderse los dos conceptos vitales que inciden en la economía nacional: “El tomador de precios y el formador de precios”.
“Los almaceneros de barrio son tomadores de precios, ya que cuando le suben el valor de los productos ese mismo comerciante debe trasladarlo a sus costos y su margen de ganancia se mantiene igual. Todo lo contrario, a los formadores de precios que son los pequeños grupos concentrados de productores, tanto de alimentos como de indumentaria que están radicados en Santa Fe y Córdoba”, explicó.
Producción y rentabilidad
Según el informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre las empresas más rentables del país, Gispert afirmó que “los productores agropecuarios aumentaron su rentabilidad empresarial en dólares en menos de 12 meses”. “Entre 2021 y 2022 han crecido en dólares de un 20% al 36%. Además, sus tasas de rentabilidad están por encima del promedio de las principales compañías mundiales y su costo laboral está por debajo de las pequeñas y medianas empresas”, describió.
A su vez, agregó que “la capacidad que tienen los productores agropecuarios nacionales de concentrar la producción de alimentos y por consiguiente formar los precios de las mercancías, dejan en evidencia que hay una concentración de la riqueza de la periferia al centro”.
“El agro argentino en los últimos 10 años ha crecido en promedio un 45% más que la actividad agropecuaria mendocina. Nuestra operatividad arrojó un decrecimiento del 18% y deja un gran margen de diferencia. Esto demuestra una concentración de la riqueza de la periferia al centro. Es decir, cada vez que un mendocino compra alimentos ese dinero se termina yendo a grandes empresas radicadas fuera del país”, concluyó.