Al darse en el marco de la declaración de los ingresos generados, el impuesto a las ganancias aplica solamente a aquellos trabajadores cuyas condiciones laborales cumplen con las leyes correspondientes al ámbito.

Por otra parte, cuando se dice que se aplica sobre toda declaración anual de ingresos, es preciso aclarar que lo que se tiene en cuenta es el año fiscal, es decir, el período de doce meses en el cual se organizan una serie de aspectos vinculados a lo financiero.

Si bien no es indispensable que el año fiscal coincida con el año calendario, en Argentina se da de esta manera. En consecuencia, el impuesto a las ganancias se calcula sobre el monto total de ingresos declarados en el período que va desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de un mismo año.

¿Qué es lo que se entiende como “ganancias”?

Al ser un tributo que corresponde al dominio del Estado Nacional, el impuesto a las ganancias es regentado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

La misma reconoce que, por ley, se considera como ganancia a una serie de enriquecimientos económicos obtenidos en el contexto de diversas actividades, entre las que se puede nombrar la venta de bienes inmuebles, la venta de acciones y el trabajo en tanto generador de fuente de ingreso permanente.

Al mismo tiempo, traza una diferencia fundamental al dividir la noción de las ganancias en brutas y netas.

En el caso de las ganancias brutas, se hace referencia al monto total que se recibe de manera mensual, sin tener en cuenta cualquier tipo de deducción que se pueda llegar a presentar.

En cambio, las ganancias netas sí consideran dichas deducciones. En otras palabras, se puede afirmar que las ganancias netas son aquellas que se obtienen como resultado de la aplicación de estas deducciones sobre el monto de las ganancias brutas.
 

Impuesto a las ganancias: ¿cuáles son las categorías?

Hacer mención de todos los aspectos que se vinculan al impuesto a las ganancias puede ser complejo, ya que los mismos son numerosos. Uno de los más relevantes consiste en sus categorías, dado que se produce una jerarquización en función de cuáles son las fuentes de las ganancias.

En total, las categorías son cuatro:

• La primera de ellas comprende las ganancias obtenidas en el marco del usufructo de determinados inmuebles.
• La segunda, en cambio, se aplica sobre todas aquellas ganancias que se dan como consecuencia de la posesión de acciones e intereses.
• Dentro de la tercera categoría se encuentran los tipos de ganancias vinculados a organizaciones unipersonales, como pueden ser empresas y sociedades.
• En cuarto lugar se halla la última categoría, que merece especial atención ya que dentro de ella se inscriben todas las ganancias que se dan en el marco del trabajo personal.

Cabe destacar que esta última categoría no sólo implica las ganancias por el trabajo en sí, sino que abarca otros aspectos que se desprenden del mismo, como pueden ser la obtención de indemnizaciones ante despidos y el cobro de jubilaciones.