Messi, Tapia y la imagen decepcionante del ídolo que muchos llevamos hasta en la piel
Lionel Messi volvió a mostrarse con Chiqui Tapia en la previa de los amistosos de la Argentina, como siempre en este último tiempo. Una imagen que duele.

Lionel Messi, Rodrigo De Paul y Claudio Tapia, juntos, como cada vez que se reúne la Selección argentina.
Twitter Claudio TapiaJamás pensé escribir una nota de estas características. ¿Criticar algún aspecto de la vida de Lionel Messi? Jamás. Ni como futbolista, ni como persona. Pero llegó el día. Con profundo dolor, pero con la intención de poner sobre la mesa quizás la única mancha en sus ya 38 años.
Desde el día 1, desde que empezó a sonar su nombre cuando ya la rompía en las divisiones menores del Barcelona de España, hasta hoy, más de 20 años después, jamás expresé una mínima crítica hacia Leo. Considero que siempre, sin excepciones, cuando hay un partido de fútbol y él está en la cancha, es el mejor. No hay posibilidad alguna de que otro futbolista se destaque si él es parte del juego.
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No me perdí un partido del Barcelona desde su debut hasta que decidió salir del equipo culé. Siempre estuve desde que Frank Rijkaard lo mandó a la cancha por primera vez, hasta que decidió irse a París. Ni hablar cuando fue la figura del mejor equipo de la historia con Pep Guardiola como entrenador. Y, después, con todos los DT que pasaron, desde Tito Vilanova a Tata Martino. Siempre. El fin de semana se organizaba en base al día y la hora que jugaba el Barcelona.
Las discusiones eternas con todos aquellos que lo criticaban porque "no rendía de la misma manera" en la Selección argentina se transformaron en parte de la vida diaria. Defender a Leo era mi obligación, incluso luego de las finales perdidas. Hasta que llegó el Mundial de Qatar y ya no tenía sentido prestarle atención a las críticas. Sigan hablando. Nos dio la alegría más grande de todas.
Hasta el día de hoy no me canso de ver sus videos. Todos. Los mejores goles, todos los goles de su carrera, las jugadas que no terminaron en gol, su debut en el Barcelona, su debut en la Selección argentina, su vida, entrevistas, etc etc. Absolutamente todo lo que está dando vuelta. "Messi es un perro", de Hernán Casciari, probablemente sea el video que más vi en mi vida. Y me obligo a verlo al menos una vez cada 6 meses, para volver a emocionarme.
Pero llegó el día. Hoy Messi es indefendible. Tendrá sus razones. Yo aún no las encuentro. Su relación personal con Claudio Chiqui Tapia, el presidente de la AFA, nos hace daño a todos los que amamos tanto a Messi como al fútbol argentino.
En medio del caos que es el fútbol argentino, manchado de corrupción, de ascensos digitados, de arbitrajes espantosos, de una pésima organización, de un nivel bajísimo y de dirigentes que hicieron y hacen lo que quieren, fingir demencia no es lo que esperamos de el máximo ídolo, del mejor futbolista de todos los tiempos.
Jamás esperé que Messi se meta en política, como muchos anhelaban. No lo hizo y no le corresponde. Admiro su capacidad para mantenerse al margen. Jamás se expresó y nadie necesita que lo haga.
Ahora, en este fútbol argentino que agoniza, sí. Estoy convencido de que debe hacerlo. El hincha argentino (la mayoría) vive con profunda decepción el presente y Messi puede ayudar a cambiarlo. Por el momento, él prefiere no hacerlo. Al contrario. Da la sensación de que su amistad con quienes lideran el caos es cada vez más sólida.
Ojalá que con el tiempo y quizás ya fuera de la Selección argentina, Lionel Andrés Messi, nuestro ídolo máximo, pueda pararse en la vereda de enfrente de los actuales dirigentes. Ojalá. Lo necesitamos.