Eusebio Guiñazú y una imagen imborrable del papa Francisco: "Unión y calidez"

El papa Francisco no sólo dejó una marca imborrable en el ámbito religioso, sino que también supo ganarse el corazón del mundo del deporte. En el día de su fallecimiento, Eusebio Guiñazú, el mendocino que defendió la camiseta de Los Pumas durante una década, recordó con gran emoción sus encuentros con el sumo pontífice mientras defendía los colores de la albiceleste.
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El exdeportista surgido en Mendoza Rugby habló en Ovación y rememoró las ocasiones en las que compartió un grato momento con el sumo pontífice. Una de ellas fue una audiencia privada en 2013 en la previa a un test match entre el seleccionado argentino e Italia en Europa.
Al respecto de esa visita, de la que participaron los dos planteles, el ex hooker afirmó: "Ese encuentro fue más protocolar, los dos planteles pudimos estar con él un rato largo y luego hubo una ceremonia, fue bastante interesante y conmovedor".
Además, Guiñazú comentó sus sensaciones: "Fue muy fuerte y bastante emotivo. Este tipo de actos trasciende el deporte, fuimos con los italianos al mismo tiempo y no muchas personas tienen la posibilidad de estar. Había gente de diversas partes del mundo, con diferentes realidades en ese mismo lugar, fue único".
Sobre la actitud del papa Francisco, el mendocino destacó: "Fue una buena experiencia porque se salió un poco del juego, hablamos sobre los valores que se pueden aplicar a la vida y la importancia del rugby, tengo un recuerdo bastante vívido de eso. También tuvimos una conversación que se distendió y extendió bastante".
Además, el ex hombre de Los Pumas destacó: "Lo que más valoro de aquel momento es la posibilidad de estar ahí, conocer ese lugar, tener la cercanía con él y haberlo hecho con un grupo tan diverso. Ese momento nos unía, a pesar de que en dos días teníamos que competir contra Italia".
A modo de conclusión, Guiñazú expresó: "Lo que más recuerdo fue su calidez, fue súper espontáneo todo lo que se habló y lo que fue pasando. Para personas de muchísima fe fue muy agradable, y para los que no profesaban la religión también, porque fue un momento de unión y comunión. Todos tuvimos la posibilidad de saludarlo y compartir unas palabras con él".