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La historia de Nicolás Valentini, la sorpresa de la Scaloneta: lo quiso River, "reunió" a Palermo y Riquelme y lee a Sacheri

El defensor fue convocado a la Selección tras la lesión de Senesi. Sus comienzos en River… de Junín, el interés del Millo, la paradoja de su primer gol y su rol en el reencuentro entre Martín y Román.

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MDZ Deportes miércoles, 6 de marzo de 2024 · 18:42 hs
La historia de Nicolás Valentini, la sorpresa de la Scaloneta: lo quiso River, "reunió" a Palermo y Riquelme y lee a Sacheri
El defensor de Boca tendrá su primera gira con la Mayor Foto: Bien Bosteros

“¿Cuánto lugar podría haber en la selección campeona del mundo para nuevos nombres?”, se preguntaban algunos. Pero el fútbol tenía otros planes: Nicolás Valentini, el defensor de Boca de 22 años, recibió el llamado de Lionel Scaloni hace unos días. La lesión de Marcos Senesi le abrió la posibilidad al jugador que pasó por varios seleccionados juveniles y que ahora se subirá a un avión junto a Lionel Messi y compañía, para enfrentar a El Salvador y Costa Rica en Estados Unidos. Una historia en la que comenzó de mediocampista y que involucra un reencuentro entre dos grandes: Juan Román Riquelme y Martín Palermo.

Nicolás Valentini nació en Junín, provincia de Buenos Aires, el 6 de abril de 2001. Desde chiquito jugaba en la posición de mediocampista central, o número 5. ¿Dónde? En su primer club, River de Junín. Hasta que a los 10 años un por entonces entrenador de las divisiones juveniles de Sarmiento, Julián Coppolino, lo sedujo y lo convenció de cambiar de puesto. “Le dije: `Mirá, Nico, quiero que juegues de 5 retrasado. Así, todas las veces que hagamos salidas con el arquero, la pelota va a pasar por vos´. Y eso lo entusiasmó”, cuenta Coppolino, consciente de la capacidad técnica de quien es apodado por sus allegados como “Coco”. Luego, Valentini se convirtió en nuevo segundo zaguero del club Sarmiento de Junín. Una decisión que, podría asegurar, le cambió la vida.

Con Messi en el predio de Ezeiza. (Foto: @nicoovalentini)

En 2015 llegó a Boca, después de pasar unas pruebas a las que había sido invitado por Horacio García; de quien había llamado la atención en un partido de la Novena División, justamente, entre Boca y Sarmiento. Revela García que “no quería robarle” un jugador a nadie, pretendía negociar. Pero la mamá de Nicolás lo llamó y le dijo: “Vengan a Junín porque hay interés de River Plate, pero él va a jugar en Boca”. Así que el club de La Ribera apuró los trámites y lo incorporó. A los 15 años cumplió uno de sus sueños: ser alcanza pelotas en La Bombonera. El chico compartió en sus redes sociales fotos de aquel día junto a Carlos Tévez, Nicolás Lodeiro y Agustín Orión y escribió: “La mejor experiencia del mundo”. No sabía lo que le esperaba.

Cuatro años más tarde, fue Gustavo Alfaro quien le dio la posibilidad de entrenar junto al plantel profesional. Ese año mostró un gran rendimiento en la quinta división y anotó un gol en la victoria xeneize por 2-1 en el clásico frente a River. Luego de aquel partido, Fernando Batista lo convocó a la Selección Argentina Sub-20; el primer peldaño de un ascendente camino con la albiceleste. Su primer contrato profesional lo firmó en diciembre de 2020, cuando Miguel Ángel Russo era el entrenador de Boca. Fue él quien lo hizo debutar frente a Patronato, cuando Valentini tenía 20 años, el mismo día que hicieron su estreno otros dos juveniles: Renzo Giampaoli y Ezequiel Fernández.

Valentini no se consolidó en la primera de Boca hasta el año pasado, bajo la conducción de Jorge Almirón. En la pasada Copa Libertadores, donde su equipo alcanzó la final, se convirtió en una pieza fundamental; consecuencia, tal vez, de las lesiones de Marcos Rojo y los insatisfactorios niveles de Bruno Valdez y Facundo Roncaglia. Pero antes de que fuese un zaguero graduado y eso le valiese nuevas convocatorias en los seleccionados nacionales juveniles, Nicolás Valentini debió “curtirse” en otro club.

Valentini pide perdón por su gol a Boca. (Foto: @nicoovalentini)

En enero de 2022, ocurrió algo poco frecuente: Martín Palermo llamó por teléfono a Juan Román Riquelme. El Titán era entrenador de Aldosivi y el 10, vicepresidente de Boca. Palermo le mostró su interés por Valentini, a quien quería fichar a préstamo, y Román, pese a añejos y sabidos desencuentros, fue solidario: “Yo estoy para ayudarte”, le dijo. Así, Valentini se transformó en nuevo refuerzo del equipo de Mar del Plata. Meses después, por el torneo doméstico, cuando ya no era Palermo el director técnico, sino Diego Villar, le tocó enfrentar a su ex equipo en la Bombonera. El pobre Nicolás, que seguramente había soñado toda su vida con un festejo eufórico, debió limitarse a pedir perdón tras el que fue su primer gol en la Primera División. Fue victoria de Boca por 2-1 y el único gol del “tiburón” estuvo marcado por la celebración contenido de su autor, que le anotaba al equipo que lo había formado.

Tras su paso por Aldosivi, Boca lo repatrió y el año pasado Valentini se convirtió en esencial. Aunque no atraviesa la misma realidad en este 2024, en el que parece un tanto relegado tras la incorporación de Cristian Lema. De todas formas, fue titular en 6 de los 7 partidos que jugó el plantel Sub-23 dirigido por Javier Mascherano en el último Preolímpico; y tiene un pie dentro de los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Por lo pronto, Lionel Scaloni lo llamó para ser parte de la gira de este mes por Estados Unidos, en la que será su primera experiencia en la selección mayor. Admira a Puyol, prefiere el fútbol italiano de entre el resto de las ligas europeas y le gusta leer “cualquier cosa de Eduardo Sacheri” en su tiempo libre. Tal vez, entonces, cuando mire a su alrededor en la concentración y vea a Messi, Otamendi, o al “Dibu” Martínez, Nicolás Valentini respire hondo, agradezca, y abra alguna de las páginas de Ser feliz era esto.

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