El desopilante diálogo de Verstappen luego de volver a ver lagartos en la pista de Singapur: "Tal vez..."

El español Carlos Sainz de Ferrari marcó este viernes el mejor tiempo durante la segunda sesión libre del Gran Premio de Singapur, la decimoquinta prueba del Mundial de Fórmula 1.  La segunda tapa de los entrenamientos también logró el dominio de la escudería italiana, luego de que se impusiera Charles Leclerc en la primera, accidentada por la presencia de pequeños lagartos. 

No fue un buen día para la escudería Red Bull y para Max Verstappen en particular. El actual líder del Mundial y vigente campeón se clasificó octavo, mientras que su compañero de equipo, Sergio Pérez, lo hizo en la séptima posición en el segundo entrenamiento. 

El piloto neerlandés no se sintió cómodo en esta tanda de ensayos libres pero si fue protagonista de un desopilante diálogo en la primera práctica (en la que terminó tercero), luego de verse sorprendido por el particular detalle de la presencia de los lagartos en el medio de la pista, que motivaron el flameo de una bandera amarilla de precaución en el circuito urbano de Marina Bay. 

En una de las vueltas, el propio Verstappen advirtió su presencia al equipo. "Hay un lagarto de nuevo en la pista, un poco más pequeño esta vez", expresó por la radio. La respuesta de su ingeniero fue de lo más ingeniosa: "Entendido. Tal vez Godzilla tuvo un hijo". "Tiene sentido", cerró la humorada el neerlandés.

El desopilante comentario se explica con hecho acontecido hace siete años en el mismo circuito, cuando el piloto había tenido el mismo contacto con un reptil pero en ese caso de mucho más grande dimensión. En aquel momento, había señalado: "Hay un dinosaurio en la pista, un lagarto gigante, y no es broma”. Desde su escudería le habían contestado: "El primer encuentro cara a cara con Godzilla". Parece que el destino de Max y los reptiles es recurrente.