Demichelis contó qué fue lo que lo hizo quebrar tras ganarle a Boca: "El abrazo con..."
El entrenador se vio visiblemente emocionado en los festejos del plantel tras ganar el picante superclásico. El motivo por el que "quebró" y la forma de festejar el triunfo.
Martín Demichelis sumó su segundo día de descanso luego de que sus dirigidos ganaran el clásico ante Boca. Aprovechando el parate de las obligaciones diarias, el entrenador de River entregó un par de entrevistas en las que contó las sensaciones vividas después de uno de los partidos más emocionantes de su carrera.
Herrera, de polémico arbitraje, pitó el final y los jugadores de River se reunieron el círculo central para comenzar los festejos por el Superclásico ganado. El tumulto de jugadores cantando se trasladó luego a uno de los arcos y luego a otro. En ese pasaje, se pudo ver a un Demichelis emocionado siendo parte de la celebración.
En este contexto, el DT contó cómo vivió la celebración: "Cuando los chicos se quedan festejando atrás del arco, yo ya me había ido a la línea de cal y ahí dije 'si me voy adentro me voy a quedar solo' entonces me metí, cosa que no me gusta. Y no veía si mi familia estaba en el palco. Cuando me empecé a acercar me di cuenta que había un grupito en el palco y me acerque a saludar. Y ahí me quedé. Pero no me gusta estar con los chicos".
Después, el DT comenzó relatando por qué fue un partido especial. "Fueron muchas sensaciones encontradas. Era mi primer superclásico, con el estadio modificado. Colmadísimo unas tres horas antes, la gente que ya alentaba. Veníamos de una semana difícil", comenzó relatando.
Luego,confesó el verdadero motivo de su visible emoción: "En el abrazo con mi hijo, hasta ahí la llevaba bien. Pero me termino de quebrar cuando uno de los profes, Diego Riberi, una gran persona y además un profesional muy capacitado, me da un abrazo muy emocionado porque viene de transcurrir un momento muy difícil desde lo personal. Cuando lo vi llorando y después de escuchar lo que me dijo, ahí me aflojé".
Será un partido recordado para Demichelis, que no solo ganó su primer clásico como entrenador, sino el primero de un Monumental renovado y el primero también, desde que el Fútbol argentino defiende la tercera estrella mundialista.