La liviana sanción a Quilmes tras los incidentes y destrozos en el Malvinas Argentinas

Aproximadamente fueron veinte los minutos que el partido entre Boca y Quilmes, por los cuartos de final de la Copa Argentina, estuvo detenido. Los serios incidentes que ocasionaron los hinchas del Cervecero, que luego protagonizaron un fuerte cruce con la policía de Mendoza, conocieron en las primeras horas del jueves su sanción. Y es light.

Cuando el mundo del fútbol imaginaba un castigo más severo, tras ver cómo simpatizantes de Quilmes rompían el cemento de la popular para generar más proyectiles, invadían la platea techada de Boca y rompían butacas para lanzarlas al público rival, se confirmó que el elenco del Sur de Buenos Aires deberá afrontar su próximo partido en condición de local solamente con la presencia de los socios. O sea, no se venderán entradas para aquellas personas que no estén asociadas.

La cita será el sábado 8 de octubre a las 15 ante Deportivo Maipú en el partido correspondiente a la 37°, y última, fecha del torneo de la Primera Nacional. Quilmes, con 43 puntos, se encuentra en el puesto 20 de la tabla de posiciones y si bien tiene chances matemáticas, está casi afuera del Reducido por el segundo ascenso. Complicada también es su presencia en la próxima edición de la Copa Argentina, ya que entran los primeros 15 de la tabla.

"Ya me comuniqué con las autoridades de seguridad de la Provincia de Mendoza para que nos pasen todas las imágenes. Vamos a ir a fondo con los violentos que sembraron el caos anoche. Los vamos a identificar y les caerá todo el peso de la ley", avisó el titular de Aprevide, Eduardo Aparicio.

El organismo de seguridad bonaerense comunicó que el presidente de Quilmes, Mateo Magadán, manifestó su preocupación el trato recibido por los hinchas de Quilmes, que fueron retenidos durante 7 horas por la policía mendocina y autorizados a ingresar cuando el partido ya había empezado.