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Tu cuerpo lo crea: lo que necesitas para disparar tu colágeno hoy

Lo que hace que tu colágeno trabaje para ti. El secreto mejor guardado de tus articulaciones y una piel increíble.

Luce una piel increíble y retrasa el envejecimiento. Foto: Archivo
Luce una piel increíble y retrasa el envejecimiento. Foto: Archivo

El colágeno es el pegamento de tu vida. Esta proteína mantiene la piel firme y elástica, y también estabiliza tus articulaciones y hace que tus tejidos sean más resistentes. Para que tu fábrica interna de colágeno funcione sin interrupciones, la materia prima fundamental son las proteínas de alta calidad. El cuerpo descompone estos alimentos en aminoácidos.

El cuerpo fabrica colágeno

Asegúrese de que su alimentación incluya fuentes ricas como el pollo, las carnes magras, el pescado fresco y los huevos. También existen alternativas vegetales importantes. Las legumbres, como los frijoles o las lentejas.

Esta receta combina proteínas, verduras y legumbres en un solo plato, convirtiéndolo en un alimento completo y equilibrado, ideal para días fríos o para recuperar energías después de una jornada intensa.

La proteína no actúa sola; precisa de ayudantes específicos para ensamblar el andamiaje del tejido conectivo. Ciertos micronutrientes son asistentes imprescindibles: la vitamina C, el zinc y el cobre son esenciales para este proceso.

Consumir alimentos ricos en estos elementos optimiza la compleja cascada de reacciones biológicas internas que forman la triple hélice de la proteína. Sin ellos, la producción se detiene, sin importar cuántas proteínas comas.

Tu cuerpo necesita un estímulo mecánico para indicarle dónde es necesario reforzar y generar nuevo tejido conectivo sano. El movimiento y la fuerza son, literalmente, la señal que espera para activar la maquinaria de reparación en tendones y ligamentos.

https://www.bbc.com/mundo/articles/cjd182rx25eo
Las sentadillas son un buen ejercicio no solo para las rodillas.
Las sentadillas son un buen ejercicio no solo para las rodillas.

Entrena

Procura establecer una rutina de entrenamiento de fuerza de dos a tres sesiones a la semana, como un hábito ineludible. Este tipo de ejercicio es el más eficiente para mandar el mensaje de "producir más y mejor" a tus células dérmicas.

Más allá de las sesiones estructuradas, la actividad diaria es crucial. Busca oportunidades para caminar más durante la jornada, manteniendo tu cuerpo activo. Opte por subir escaleras en lugar de usar el ascensor; todo pequeño esfuerzo suma.

Finalmente, el descanso de calidad es la etapa de la reparación. Durante el sueño profundo, tu cuerpo realiza la mayor parte del trabajo de regeneración y ensamblaje de las fibras. Dormir al menos siete horas de sueño reparador resulta vital.