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Receta de yogur casero: saludable, económico y fácil de preparar.

Delicioso yogur casero cremoso y natural en pocos pasos. Aprendé esta receta para prepararlo en casa, sin aditivos y con todo el sabor que te encanta.

¡Receta reveladora! Tips y secretos para lograr un yogur casero más firme y suave.

¡Receta reveladora! Tips y secretos para lograr un yogur casero más firme y suave.

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Esta receta de yogur casero es ideal si buscás una opción saludable, económica y natural para tus desayunos o meriendas. Siguiedo el paso a paso vas a lograr un yogur cremoso, suave y delicioso, que rápidamente se convertirá en el favorito de toda la familia. Fácil de preparar y lleno de beneficios.

Hacer yogur casero en casa puede parecer complicado, pero en realidad es un proceso sencillo que requiere pocos ingredientes y algo de paciencia. Esta preparación te permite preparar un yogur natural, sin conservantes ni azúcares añadidos, perfecto para consumir solo o con frutas, cereales, miel o lo que más te guste. Una de las grandes ventajas de hacer yogur en casa es que podés controlar la calidad de los ingredientes y ajustar la textura a tu gusto, más líquido o más espeso. Además, al prepararlo, vas a poder ahorrar dinero y evitar los envases plásticos que genera el consumo de yogures comerciales. Solo necesitás leche, un poco de yogur natural como cultivo inicial y una olla. Con una buena conservación, incluso podés usar tu yogur casero para preparar las próximas tandas. Ya sea que busques un desayuno nutritivo o un snack saludable, esta es una excelente alternativa.

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Puedes hacer esta receta solo con leche y una cucharada de yogur: no necesitás equipos especiales ni ingredientes raros.

Puedes hacer esta receta solo con leche y una cucharada de yogur: no necesitás equipos especiales ni ingredientes raros.

Ingredientes

1 litro de leche entera (puede ser fresca o larga vida), 2 cucharadas soperas de yogur natural sin azúcar (con cultivos activos), 1 cucharada de leche en polvo (opcional, para mayor cremosidad), termómetro de cocina (opcional), frascos de vidrio con tapa para conservar.

Paso a paso para lograr el mejor yogur casero

  1. Coloca el litro de leche en una olla limpia y calentala a fuego medio. Si usas termómetro, espera a que alcance los 85°C. Este paso ayuda a eliminar bacterias no deseadas y mejora la textura final del yogur. Si no tienes termómetro, retira la leche del fuego justo antes de que comience a hervir (cuando empiece a hacer burbujas en los bordes).
  2. Deja enfriar la leche hasta que baje a 45°C, que es la temperatura ideal para agregar el cultivo sin matar las bacterias buenas del yogur. Si no tienes termómetro, puedes guiarte tocando la olla: debe estar caliente pero sin quemar. Este punto es importante para asegurar una fermentación exitosa.
  3. En un recipiente aparte, mezcla las 2 cucharadas de yogur natural con un poco de leche templada para disolverlo bien. Luego vierte esa mezcla en la olla con el resto de la leche. Si usas leche en polvo, agrégala en este momento y mezcla todo suavemente hasta que quede bien integrado. Evita batir o agitar con fuerza para no alterar la textura final.
  4. Divide la mezcla en los frascos de vidrio limpios y tapalos. Ahora viene el paso clave: mantener la mezcla a una temperatura constante de 40–45°C durante 6 a 10 horas. Puedes hacer esto envolviendo los frascos en una toalla y colocándolos dentro de un horno apagado con la luz encendida, o usando una yogurtera si tenés. Cuanto más tiempo repose, más firme y ácido será el resultado.
  5. Pasadas 6 horas, abre un frasco y fijate si ya tiene la textura deseada. Si prefieres un yogur más firme o con sabor más intenso, dejalo hasta las 8 o incluso 10 horas. Una vez listo, lleva todos los frascos a la heladera para detener la fermentación. El frío también ayudará a que termine de espesar.
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Esta receta es más ecológica: al hacerlo en casa, redúces residuos plásticos y evitas conservantes o azúcares añadidos.

Esta receta es más ecológica: al hacerlo en casa, redúces residuos plásticos y evitas conservantes o azúcares añadidos.

De la cocina a tu mesa

El yogur casero puede durar en la heladera hasta 7 días si se conserva bien tapado. Podés consumirlo solo o con frutas frescas, granola, mermeladas, miel o como base para licuados. También podés separar una o dos cucharadas para usar como cultivo en tu próxima preparación de yogur. Ten en cuenta que los frutos secos combinan excelente con el yogur.

Si prefieres una versión tipo yogur griego, col el yogur ya frío usando una tela fina (como una gasa o filtro de café) sobre un colador. Deja escurrir en la heladera durante 2 a 4 horas. El suero caerá y quedará un yogur más denso y cremoso.

Y así de simple, con esta preparación casera obtendrás un yogur natural, sin aditivos y perfecto para incorporar a tu alimentación diaria. Ideal para grandes y chicos, y totalmente adaptable a tus gustos. ¡Y a disfrutar!