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El verdadero secreto para que el arroz con leche sea súper cremoso

Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso arroz con leche con nuestra receta favorita e imbatible ¡a cocinar!
Cómo hacer arroz con leche cremoso y delicioso paso a paso Foto: Shutterstock
Cómo hacer arroz con leche cremoso y delicioso paso a paso Foto: Shutterstock

Esta receta de arroz con leche es perfecta para quienes buscan un postre tradicional, cremoso y lleno de sabor. Es uno de los clásicos más queridos de la repostería casera, y con esta preparación te aseguro que conseguirás un resultado suave, aromático y reconfortante.

El arroz con leche es un postre que forma parte del recetario de muchos países, especialmente en España y América Latina. A pesar de sus variantes regionales, la esencia se mantiene: arroz cocido lentamente en leche, endulzado con azúcar y perfumado con canela y limón o vainilla. Su simplicidad es su mayor virtud, y al mismo tiempo, lograr un buen equilibrio entre cremosidad, dulzor y aroma requiere atención al detalle y algo de paciencia.

Prepararlo en casa tiene un encanto especial: el olor que invade la cocina mientras la leche hierve suavemente con la canela evoca recuerdos y crea nuevos. Puedes disfrutarlo caliente, templado o frío, y hasta personalizarlo con pasas, ralladura de naranja, leche condensada o una pizca de nuez moscada. ¡Vamos a la receta!

Su textura cremosa se logra cocinando el arroz lentamente, sin prisas. Fuente: Shutterstock

Ingredientes

1 litro de leche entera, 200 ml de nata para montar (crema de leche), 100 g de arroz redondo, 100 g de azúcar, 1 rama de canela, la cáscara de medio limón (sin parte blanca), 1 pizca de sal, canela molida al gusto para espolvorear (opcional).

 

Procedimiento

  1. Si prefieres un arroz más suelto, puedes lavar el arroz bajo agua fría hasta que el agua salga clara. Esto elimina parte del almidón. Si te gusta más cremoso, puedes omitir este paso.
  2. En una olla grande y de fondo grueso, vierte la leche y la nata. Añade la rama de canela y la cáscara de limón. Calienta a fuego medio hasta que comience a hervir suavemente. Remueve de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo.
  3. Cuando la leche comience a hervir, añade el arroz y la pizca de sal. Reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento, removiendo cada 5 a 7 minutos para evitar que se pegue. Es muy importante no dejar de vigilar la cocción, ya que una ebullición muy fuerte o falta de movimiento puede arruinar la textura.
  4. El arroz debe cocinarse entre 35 y 45 minutos, dependiendo del tipo y del punto de cremosidad deseado. Durante este tiempo, la mezcla irá espesando a medida que el arroz absorbe la leche y suelta almidón. Si ves que espesa demasiado rápido, puedes añadir un poco más de leche caliente para ajustar la textura.
  5. Cuando el arroz esté tierno pero aún cremoso (aproximadamente a los 35 minutos), añade el azúcar y mezcla bien. Continúa cocinando 5 a 10 minutos más, removiendo con mayor frecuencia, ya que el azúcar hace que se espese rápidamente. No agregues el azúcar antes, porque puede endurecer el grano de arroz y afectar su cocción.
  6. Prueba el arroz y ajusta si es necesario: un poco más de azúcar si lo prefieres más dulce o más leche si quieres que quede más fluido. Retira la rama de canela y la cáscara de limón con unas pinzas o una cuchara.
Aunque es dulce, siempre se le añade una pizca de sal para realzar los sabores. Fuente: Shutterstock


Puedes servirlo caliente, templado o frío, según tu gusto. Si lo enfrías, recuerda que al reposar se espesará más. Puedes espolvorear con canela molida antes de servir para darle un toque final clásico.
Guarda el arroz con leche en la nevera en un recipiente hermético. Se conserva bien durante 3 a 4 días. Si al sacarlo está muy espeso, puedes añadirle un chorrito de leche fría y remover antes de servir.

El arroz con leche es un postre atemporal que nunca pasa de moda. Su combinación de ingredientes simples y su preparación lenta hacen de cada cucharada un bocado reconfortante. Prepararlo en casa te permite ajustar los sabores, las texturas y los aromas a tu gusto personal, convirtiendo esta preparación tradicional en una experiencia única. ¡Y a disfrutar!