El "oro verde" del jardín está en tu cocina y casi nadie lo aprovecha
El agua de cocción de la espinaca o la acelga se volvió el abono ideal del jardín: un truco casero que muchos usan para fortalecer plantas.
El “oro verde” del jardín está en la cocina y casi siempre se descarta.
Cada vez más personas eligen los productos e ingredientes naturales por sobre los químicos para abonar el jardín. Las propiedades que estos pueden aportar muchas veces son desconocidas, sin embargo, hay uno que se ganó el apodo de oro verde por la cantidad de nutrientes que libera en la tierra.
Hablamos del agua de espinaca o de acelga. Este líquido muchas veces termina en la bacha sin saber que es un concentrado de vitaminas y minerales, ideal para plantas que necesitan ser revividas o un empujón extra para crecer verdes y fuertes.
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Los amantes de la jardinería lo llaman “oro verde” porque concentra hierro, potasio, magnesio y antioxidantes que pasan de las hojas al agua durante la cocción. Es decir, estás tirando un fertilizante natural sin darte cuenta.
En qué plantas funciona mejor
El agua de espinaca y acelga es especialmente útil en:
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Plantas débiles o amarillentas, porque el hierro ayuda a recuperar el color.
Huertas urbanas, como tomate, lechuga, morrón y aromáticas.
Plantas de interior, sobre todo potos, pothos, monsteras y helechos, que aman el refuerzo mineral.
Flores y ornamentales, porque mejora el vigor general de la planta.
Cómo usar el “oro verde” sin complicarte
No hay recetas raras, su uso es muy simple: solo tenés que guardar el agua de cocción, dejarla enfriar y usarla para regar una o dos veces por semana. Si está muy concentrada o tiene sal, se puede mezclar con un poco de agua común. Se aplica igual que cualquier riego y no hace falta ningún paso extra.
Por qué cada vez más personas se suman
El auge de la jardinería casera y la tendencia a reciclar todo lo posible hicieron que este truco volviera a viralizarse. Es gratis, rápido, ecológico y mejora notablemente el aspecto de las plantas.


