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El abono que funciona como "oro blanco" para las plantas

Las cáscaras de huevo se transforman en un abono natural ideal para nutrir las plantas y mantener la tierra saludable.

El llamado “oro blanco” también ayuda a prevenir plagas como caracoles y babosas en plantas. Foto: Archivo

El llamado “oro blanco” también ayuda a prevenir plagas como caracoles y babosas en plantas. Foto: Archivo

En tiempos donde cada vez más personas buscan alternativas naturales para cuidar sus plantas, un ingrediente casero se ha ganado el título de “oro blanco”: las cáscaras de huevo. Lo que muchos consideran un simple desecho de cocina, en realidad es un fertilizante rico en nutrientes que puede transformar la salud de tu jardín o macetas.

¿Por qué se lo llama “oro blanco”?

Las cáscaras de huevo son blancas y, al mismo tiempo, un insumo valioso para la tierra. Contienen calcio, fósforo y magnesio, minerales esenciales para el crecimiento de las plantas. Usarlo como abono ayuda a fortalecer las raíces, mejorar la estructura del suelo y prevenir problemas como el amarilleo de las hojas.

Además, su uso es gratuito, sostenible y eficaz, lo que las convierte en un aliado perfecto para quienes buscan soluciones simples y ecológicas.

Las cáscaras de huevo se pueden aplicar directamente o de manera líquida con otros ingredientes de la cocina Foto: Fuente: Shutterstock
Convertidas en polvo, funcionan como un abono casero que fortalece raíces y mejora el suelo. Foto: Archivo  

Convertidas en polvo, funcionan como un abono casero que fortalece raíces y mejora el suelo. Foto: Archivo

Cómo preparar el abono en casa

  • Reuní las cáscaras de huevo que normalmente tirarías.
  • Laválas y dejalas secar para evitar restos de olor o bacterias.
  • Triturálas o molélas hasta obtener un polvo fino.
  • Espolvoreá el polvo sobre la tierra de tus plantas o mezclalo con el sustrato.
  • También podés colocar las cáscaras enteras, ligeramente rotas, en el fondo de las macetas para mejorar el drenaje y aportar nutrientes de manera lenta y constante.

Beneficios principales

  • Fortalece las raíces y mejora la absorción de nutrientes.
  • Enriquece el suelo con calcio y minerales.
  • Protege contra plagas como caracoles y babosas, gracias a su textura cortante.
  • Favorece la retención de humedad, clave en climas secos.