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Cómo blanquear el plástico del aire acondicionado con productos de casa

Con la temporada de verano a la vuelta de la esquina, muchos ya preparan su aire acondicionado. Cómo mejorar el aspecto del plástico y dejarlo como nuevo.

El aire acondicionado puede recuperar su color original con una limpieza correcta. Foto: Archivo

El aire acondicionado puede recuperar su color original con una limpieza correcta. Foto: Archivo

El aire acondicionado se vuelve una herramienta aliada ante las altas temperaturas de verano. Sin embargo, por el paso del tiempo, la humedad, sol y polvo, el plástico suele tornarse amarillo y esto le da un aspecto descuidado que puede afectar la estética del ambiente. Por suerte, existen ingredientes de casa que podemos usar para recuperar el plástico y devolverle el blanco.

La limpieza es simple y es con elementos que ya conocemos: el bicarbonato de sodio, vinagre blanco y agua oxigenada. Estos tres ingredientes son especiales para blanquear plásticos y lo mejor es que alguno de los tres seguro tenemos en la alacena.

Es fundamental la limpieza de los equipos de aire acondicionado. Foto: Fuente: Shutterstock
Cuidar el aire acondicionado también implica su limpieza exterior. Fuente: Shutterstock

Cuidar el aire acondicionado también implica su limpieza exterior. Fuente: Shutterstock

Paso a paso para blanquear el aire acondicionado

  • Apagar y desenfuchar el aire acondicionado.
  • Mezclar bicarbonato con un poco de agua hasta formar una pasta espesa.
  • Aplicar sobre la superficie y dejar actuar unos minutos.
  • Retirar la pasta con un paño húmedo.
  • Asegurarse que este completamente seco para volver a encender.

Para más eficacia, se recomienda mezclar vinagre blanco con agua tibia y rociarlo sobre el plástico. El vinagre también ayuda a eliminar restos de grasa y suciedad que suele acumularse en la superficie. Poco a poco, podemos ir observando como el plástico recupera su color.

En qué caso usar agua oxigenada

Cuando el plástico presenta un amarilleo más marcado y los métodos suaves no alcanzan, se puede recurrir al agua oxigenada. Aplicada con un paño, ayuda a aclarar el material de manera gradual y a recuperar parte de su color original.

Es fundamental secar muy bien la superficie después de usarla para evitar humedad, manchas o marcas indeseadas. Si el amarilleo es muy profundo, puede ser necesario repetir el proceso en diferentes sesiones.