VTV 2025: la nueva causa de rechazo que deja a muchos sin oblea
Los controles de la VTV ponen el foco en el estado de los neumáticos y recuerdan qué otras fallas pueden dejar a un auto sin aprobar la revisión anual.
Esta es la causa más frecuente por la que los vehículos no pasan la VTV.
La VTV volvió a estar en el radar de miles de conductores: una falla muy concreta puede dejar al vehículo sin la oblea habilitante. No es un trámite menor. La revisión anual busca algo básico, pero clave: verificar que el auto pueda circular sin convertirse en un riesgo para quienes viajan adentro.
La causa de este período son las cubiertas. Durante la inspección, los técnicos miran con lupa el estado de los neumáticos y, si detectan desgaste profundo, deformaciones, cortes visibles o un dibujo por debajo del mínimo legal, el veredicto es directo: la VTV queda rechazada hasta que el dueño cambie las ruedas.
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Neumáticos, la falla que hoy más preocupa en la VTV
Un neumático deteriorado alarga la distancia de frenado y aumenta la posibilidad de derrapes en piso mojado y reventones en plena marcha. Por eso recomiendan no esperar al turno de la VTV para revisar las gomas.
Controlar la presión, mirar el desgaste y prestar atención a golpes o bultos es una rutina sencilla que puede evitar un mal momento en la planta de verificación y en la ruta. También importa la antigüedad: una cubierta vieja, aunque conserve dibujo, puede haber perdido elasticidad y agarre.
Qué otros puntos se controlan en la planta
La revisión, sin embargo, no termina en las ruedas. El sistema de frenos es otro de los sectores sensibles. Cualquier desequilibrio entre ejes, pérdida de líquido o falta de eficacia se considera motivo suficiente para desaprobar el trámite, porque afecta de forma directa la capacidad de detener el vehículo.
El sistema de iluminación también es clave: faros, luces traseras e indicadores de freno deben funcionar bien, con intensidad y alineación adecuadas para ver y ser vistos sin encandilar. Además, se miden las emisiones de gases para comprobar que no superen los límites establecidos, y se buscan pérdidas de aceite, combustible, refrigerante o fluidos hidráulicos. El tren delantero, la dirección y la suspensión se someten a bancos de prueba que revelan holguras, amortiguadores vencidos o fallas que comprometan la estabilidad del auto.
Fallas estructurales y elementos de seguridad
Los inspectores también revisan el chasis y la carrocería. La presencia de corrosión profunda, fisuras o arreglos mal hechos puede indicar que la estructura ya no responderá bien ante un impacto. Parabrisas y vidrios rajados, espejos rotos o faltantes y cinturones que no ajustan o se traban son otros motivos frecuentes de rechazo, porque reducen la visibilidad y la protección dentro del habitáculo. A eso se suma el chequeo de bocina, limpiaparabrisas, patentes y sistema de escape. Si alguno de estos componentes no funciona, está dañado, es ilegible o genera ruidos por encima de lo permitido, la VTV puede quedar en suspenso.
Llegar al turno con todo en orden también implica contar con los elementos de seguridad que exige la normativa, como matafuegos cargado, balizas portátiles y botiquín cuando corresponde. Tener el auto en condiciones no solo evita multas y segundas visitas a la planta. Sobre todo, ayuda a que cada viaje sea más seguro para el conductor, sus acompañantes y todos los que comparten la calle.


